¿Municipio debe regular la actividad circense en San Carlos?


LOCAL. - Un reciente conflicto entre el municipio de Chillán y la asociación circense debido a la falta de actualización de las ordenanzas municipales y el cumplimiento de la ley que regula la actividad circense, puso de relieve la necesidad de actualizar o crear en el caso de San Carlos una ordenanza que regule dicha actividad.

En el caso que origina este tema, el alcalde Camilo Benavente y el presidente de la Asociación Gremial de Circenses de Chile (Emarcich), Joaquín Gastón Maluenda (conocido popularmente como Tachuela Grande), tuvieron un intercambio tenso, donde el presidente gremial acusó al municipio de no proporcionar las garantías básicas para que los circos puedan operar en la ciudad.

Lo que dice la ley

La ley 16.216, mejor conocida como la “ley de los circenses”, en su tercer artículo (de siete en total, declara que “los circos deberán respetar y adecuar su funcionamiento a las regulaciones que, en conformidad a la ley, dispongan las instituciones policiales, la Superintendencia de Servicios Eléctricos y Combustibles, el Servicio Agrícola y Ganadero, los Servicios de Salud, los Planes de Higiene Ambiental, las ordenanzas municipales y, en general, las disposiciones establecidas para esta clase de eventos”.

Efectivamente en San Carlos no existe una reglamentación que regule esta actividad y que por un lado permite que los circos trabajen en esta ciudad y por otro lado estos lleven a cabo su labor apegados a las normativas legales y la ordenanza local que debe crearse.

Los circos permanecen más o menos un mes en San Carlos y a diario, de lunes a domingo el uso de altoparlantes en vehículos recorren la ciudad debe ser normando. También está el hecho que debe ser transparentado, cuánto es el pago de derechos municipales que se pagan y cuántas entradas son entregadas al municipio y cuál es su destino. 




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