Mostradas en día de
campo del INIA en Cauquenes
AGRO.- Productores de cinco regiones llegaron a actividad que
estuvo enfocada en das a conocer propuestas para enfrentar la escasez de
precipitaciones.
Más de 300 productores asistieron al Centro Experimental
Cauquenes de INIA Raihuén para participar del día de campo “Búsqueda de
alternativas productivas para el secano” que este año presentó siete estaciones
técnicas e igual cantidad de stands con información necesaria para mejorar la
productividad de los cultivos.
La coordinadora general del Día de Campo, Viviana Barahona,
indicó que los asistentes llegaron de las regiones de Valparaíso, O’Higgins,
Maule, Ñuble y Biobío, la mayoría de ellos pertenecientes a grupos Prodesal. La
especialista en transferencia tecnológica de INIA valoró la presencia de 46
productores provenientes de Calera y Nogales en la región Valparaíso, una zona
muy afectada por la sequía, por lo que “necesitaban compenetrarse de variedades
y manejos que pueden incorporar en sus cultivos”.
Barahona enfatizó que “el foco de lo que mostramos estuvo en
cómo enfrentar la falta de agua y el exceso de calor”. En ese sentido, destacó
la estación técnica de praderas para pastoreo de animales, por tratarse de una
de las áreas que ha sido más golpeada por la sequía.
El recorrido contempló la temática de fertilización de
suelos, donde se mostró un proyecto INIA y la empresa Nuevosur que utiliza
lodos como biofertilizantes. La experiencia sorprendió a los productores, tanto
por el beneficio que genera en el suelo y cultivos, como por la ausencia de
olores desagradables. Los lodos surgen como subproducto del tratamiento de
aguas servidas y son utilizados como enmiendas orgánicas.
En cuanto a trigo, se mostraron variedades adaptadas a las
condiciones de suelo y clima de toda el área productiva nacional, en especial
aquellas que demandan menos agua, manteniendo los rendimientos y calidad
nutricional.
En frutales, los productores visitaron experiencias en viñas
y frutillas, donde se trabaja en minimizar los efectos del cambio climático.
Conocieron los efectos del aumento de las temperaturas en diferentes viñedos de
variedades tintas, demostrándose, preliminarmente, que la que mejor resiste el
aumento de la temperatura es la cepa País.
En cuanto a frutillas, se mostraron los resultados de su
producción en macrotúneles, con uso de distintos sustratos que reemplazan al
suelo tradicional. Además de contar con una producción que se adelanta por
mucho a la tradicional, los agricultores destacaron la notable reducción de
agua (de 500 a 70 litros) para producir un kilo de frutillas.
Alfalfas adaptadas a escasez de agua
Alfalfas resistentes a condiciones extremas se evalúan como
suplemento alimenticio a la ganadería del secano.
El sector ganadero ha sido duramente afectado, tanto por la
falta de agua como de pastos en varias regiones de Chile. Viviana Barahona
resaltó los trabajos realizados por INIA en un proyecto financiado por
Fondecyt, en el que se trabaja con distintos ecotipos de alfalfa, adaptados a
condiciones adversas como el exceso de viento, la falta de agua, el exceso de
calor y la salinidad. “Se trata alfalfas incorporadas de distintas partes del
mundo donde naturalmente crecen en condiciones extremas”.
Explicó que se busca conocer los tipos de alfalfas que se
adaptan a las condiciones de Cauquenes, para poder obtener variedades con el
tiempo. “Casi ninguna de las alfalfas que estamos probando se riegan, pero se
adaptan muy bien a nuestras condiciones climáticas”. La agrónoma de INIA
Cauquenes recalcó que “si tienen una fertilización adecuada, siembras
oportunas, un trabajo de suelo correcto, entre otros, será posible obtener una
alfalfa adaptada al secano con una producción de siete toneladas por hectárea a
partir del tercer año, destinadas como suplemento al pastoreo de la pradera
natural”.