"Recuperarse no será tarea fácil y requerirá del esfuerzo mancomunado y compromiso
de toda la cadena de valor", precisa Juan Horacio Carrasco, presidente de la Federación Nacional de Productores de Leche.
Unidos para enfrentar la crisis, los
abusos y aprovechar las oportunidades que se presentan en el mercado
lácteo es la forma que nos debemos conducir tanto en la situación actual
como al proyectar el futuro de la actividad lechera. En este sentido,
la asociatividad es una de las principales herramientas que como
productores disponemos, debemos saber reconocer y utilizar para mejorar
nuestra posición, sobre todo cuando se ciernen una serie de
incertidumbres ya sea por temas de mercado, por las reformas o la
seguridad rural".
Cabe consignar que hoy la crisis no es
del sector lácteo, sino de los productores primarios, quienes han debido
afrontar adversas condiciones climáticas, principalmente por una severa
sequía que se verificó en las últimas dos temporadas estivales, pero
también de comportamiento de mercado, lo que se refleja en una caída de
los precios internacionales de la leche, baja que ha repercutido en las
condiciones de pago a nivel interno y que ha conllevado a los
productores a una situación muy compleja. Esto, en contraposición de los
resultados del sector procesador que exhibe importantes utilidades en
igual período".
En tal sentido, no pueden ser
indiferentes los severos daños que esto ha traído a las lecherías, con
un cierre sistemático de las mismas, y que no solo se manifiesta en un
estancamiento productivo, sino que derechamente en un retroceso del
volumen recepcionado por la industria. Así, al primer trimestre de 2016,
se puede observar que tres de las cincos distritos lecheros de nuestro
país exhiben resultados negativos (ver recuadro), lo que viene a
ratificar lo ocurrido en 2015, cuando la recepción de leche a nivel país
fue la menor de los últimos cinco años, correspondiente a 2.028
millones de litros, según Odepa".
Recuperarse no será tarea fácil y
requerirá del esfuerzo mancomunado y compromiso de toda la cadena de
valor. Es preciso consignar que el precio pagado a productor durante el
año pasado cayó 20%, mientras al primer trimestre la baja es de 10%.
Lo anterior, no podrá llegar a ser
posible de no hacernos cargos de los temas estructurales y de fondo que
afectan al sector. Un impostergable desarrollo de una política agrícola
lechera que fomente el desarrollo sustentable de la cadena y que
garantice un mercado competitivo y transparente a los productores
primarios. En cuanto a eso, seguiremos impulsando y colaborando en la
construcción de esa política de Estado que dote de las condiciones
necesarias en materias, tales como, mayor financiamiento, promoción del
riego, apoyo a las iniciativas de asociatividad, capacitación, apertura
de mercados y resguardo a las instituciones representantes de los
productores.
En materia de funcionamiento de mercado,
en marzo pasado hemos desarchivado la demanda en contra de tres grandes
procesadoras (Nestlé, Soprole y Watt´s) a fin de que el mercado de
compra de leche fresca en Chile opere definitivamente de una manera
competitiva y que los productores, en definitiva, reciban lo que
corresponde acorde a un mercado ajustado a la correcta competencia.
Junto con ello, y través de la
constitución de una comisión público-privada, acompañaremos a los
agricultores en su integración al proceso y comercialización directa de
la materia prima y además, seguiremos adelante con las campañas de
promoción de consumo de productos lácteos, con especial énfasis en la
labor que realizan nuestros productores y la calidad de leche que se
produce en Chile.
La actividad lechera es cíclica y
actualmente enfrenta una importante volatilidad. Según diversos
analistas, la recuperación del mercado será paulatina y debiese
cristalizarse más nítidamente a fin de año o comienzos de 2017, no
obstante, creemos que la leche cuenta con un futuro promisorio, la
demanda por alimentos más completos y equilibrados seguirá en
crecimiento y como país lechero debemos estar preparados para responder a
ese desafío a través de las acciones antes mencionadas y otras que
ciertamente debemos emprender.
Fuente: Revista Campo Sureño.