Son varias las autoridades locales, regionales, que ponen su interés en la inauguración
de la casa natal de Violeta Parra en San Carlos, y poco o nada se habla de lo que allí debe ocurrir después de la inauguración.
Ni los diputados de la zona, tampoco el
concejo municipal se ha referido al compromiso que tiene el municipio
con esta casa, allí se invirtieron más de 800 millones de pesos bajo la
obligación de ciertas actividades, implementación y profesionales al
servicio de una actividad permanente en ese lugar.
Hace unos 3 años que se viene hablando
de ciertas obras locales, como por ejemplo un paseo peatonal (previo
acuerdo con los vecinos) que se acordó para la calle Roble y la
modificación (subterránea) del tendido y postación del alumbrado público
en la cuadra.
Para la casa natal de Violeta Parra el
mismo municipio comprometió en el proyecto contratar un Gestor Cultural,
una Secretaria y asistente de gestión, un auxiliar y apoyo
administrativo, un Guía y asistente de producción, además como es
lógico, de un guardia, a lo menos.
La preocupación por lo que ocurrirá al
día siguiente, se funda en la experiencia del Centro Cultural, donde las
autoridades sectoriales también plantearon necesidades administrativas y
profesionales.
En la misma propuesta que el municipio
hizo para adjudicarse el millonario proyecto de la Casa natal de Violeta
Parra, señaló que contaba con una Corporación Cultural municipal, que
el municipio contaba además con oficina de cultura, equipada e
independiente con dos funcionarios y que la alternativa de
administración era la Corporación Cultural de San Carlos.
A nivel local se ha demostrado que la
necesidad es contar con profesionales del área, ya que una corporación
cultural es algo muy distinto a un grupo de amigos.
Por ello que las autoridades locales y quienes desde afuera ven con interés este proyecto, debieran poner su atención más en la continuidad que el instante de la ceremonia inaugural.
Por ello que las autoridades locales y quienes desde afuera ven con interés este proyecto, debieran poner su atención más en la continuidad que el instante de la ceremonia inaugural.
Debemos señalar que la propuesta de uso y
de acuerdo a los antecedentes base de la licitación, que contiene la
voluntad del municipio y de "la comunidad cultural local", es que este
bien patrimonial sea un espacio cultural de homenaje o tributo a Violeta
Parra, que contempla museografía y referencias a la cultura campesina,
sumando además espacios de muestras artístico-culturales vivas, junto a
espacios formativos.
Es así como la casa natal de Violeta
Parra debe ser "espacio de difusión y puesta en valor de la cultura
campesina" y el uso especifico de este monumento, está dado en tres
niveles o instancias, integradas y dependientes entre sí: La casa natal,
que ha sido destinado a espacio musealizado; el patio de la memoria y,
la obra nueva destinada a las muestras artístico-cultural vivas y
espacios formativos.
En la sala 1 de la casa original está la
historia de Violeta Parra desde su nacimiento en 1917 hasta su premio
como mejor folclorista del año en 1955. En la sala 2 desde el
reconocimiento nacional en 1955 hasta su muerte en 1967 y, en la sala 3
(corredor) su influencia y legado.
Hay un concepto preocupante en este
espacio cultural, no se trata de un museo de Violeta Parra, es algo
distinto y tiene que ver con imágenes y una historia, no es un lugar que
recolecte objetos. También es preocupante la falta de empatía para
comprender que este proyecto funcionará mucho mejor si está cerca de su
origen, esto es la fundación Violeta parra, recordemos que lo "natal" es
una circunstancia breve en una amplia historia que tiene sus
continuadores en la fundación.