En 30 años superficie de arroz disminuyó a la mitad, pero rendimiento creció en 300%

A fines de febrero y en su última actividad en la VIII Región, el ex ministro de Agricultura, Luis Mayol, inauguró el nuevo Campo Experimental de Arroz de INIA-Quilamapu en San Carlos,
sector El Junquillo en un predio de 32 hectareas, que se ubica la zona más austral que produce este grano a nivel mundial, y donde la investigación es vital para desarrollar tecnología de cultivo y variedades resistentes al frío.
En la oportunidad el aún director nacional de INIA, Pedro Bustos, que fue reemplazado en marzo por Julio César Kalazich al asumir el Gobierno de Michelle Bachelet, señaló refiriéndose a los 50 años de investigación que ha desarrollado el instituto, que se pueden apreciar los grandes avances tecnológicos que ha tenido la producción del arroz en el país. 
“Es así como en los últimos 25 años hemos aumentado el rendimiento en 300% (de 20 a 62 qqm ha-1) y se ha reducido la superficie (de 40.000 a 21.000 has.) en un 50%. A pesar de esta situación, hoy estamos produciendo más arroz y de mejor calidad que hace 25 años. Sin embargo, nos queda un largo camino que recorrer. Se mantiene una brecha entre algunos agricultores que es necesario abordar. Tenemos un promedio nacional de 62 qqm/ha., agricultores que usan la tecnología disponible logran rendimientos de 70 a 80 qqm y hay variedades disponibles que tienen un potencial productivo mayor de 100 qqm. Por lo tanto, existe un trabajo de transferencia de tecnología que es importante reforzar para reducir estas brechas productivas”, dijo Bustos. 
En la actualidad el Programa de Arroz de INIA y el convenio del Fondo Latinoamericano para el Arroz de Riego, FLAR con Fedearroz- Fenarroz ha permitido realizar proyectos de mejoramiento de la competitividad del sector arrocero, comprar  maquinaria a través de INIA, remodelar el laboratorio de calidad, y contar con un lugar para almacenaje de semillas, entre otras cosas. Se espera que a este Convenio FLAR se puedan incorprar las empresas privadas para fortalecer esta actividad. Se informó que en conversaciones preliminares realizadas permiten indicar que al menos un par de empresas están interesadas en su incorporación a este Convenio y ya han aportado con recursos para el pago de la mebresía en la temporada anterior.
En la actualidad el cultivo del arroz en Chile se mantiene con una superficie sembrada de 24.500 hectáreas y ha alcanzado una producción promedio de 125 mil toneladas en las últimas tres temporadas. Se trata de un sector de alta importancia social y económica, que se caracteriza, como los otros cultivos de grano por tener una oferta primaria atomizada y una demanda industrial concentrada. Pero se diferencia del trigo, maíz y cebada, por haber logrado luego de un trabajo público privado intenso, parámetros objetivos de referencia de precios que respetan los productores y la industria.
SAN CARLOS
Esta comuna de Ñuble donde se acaba de inaugurar el Centro Experimental de Arroz y donde se planea instalar el “Centro de Innovación de arroz de Clima Templado” es el lugar más austral donde se produce este grano en el mundo, por lo tanto un excelente lugar para evaluar y producir variedades tolerantes al frío, que se adapten a estas características. Como ventajas a los climas tropicales y subtropicales donde se produce la mayor parte del arroz hay más problemas con plagas y enfermedades que no están presentes en la zona arrocera de Chile, lo que es un aventaja competitiva.
VARIEDADES CLEARFIELD
INIA con apoyo del sector privado trabaja actualmente en el  desarrollo de las primeras variedades Clearfield en arroz en el país y tecnología para estos cultivos, que sin ser transgénicos son resistentes a herbicidas y responden mejor al frío, lo que facilita su cultivo. En el país la existencia de malezas como el hualcacho, cortadera, pasto cabezón, hualtata y lengua de vaca y otros, pueden reducir los rendimientos entre un 11% y un 68%.
Los eventos de frío pueden generar pérdidas de hasta un 50% de la población de plántulas e inducir hasta un 70% de esterilidad floral, según datos obtenidos por INIA, lo que impide la formación de grano, produciéndose el fenómeno conocido como “vanazón”. Esto  se puede traducir en importantes pérdidas de hasta un 40% del rendimiento en grano. Ambas situaciones de frío y malezas exigen una solución tecnológica. 
NUEVO CENTRO DE INNOVACIÓN
El representante de INIA, señaló en la ceremonia de inauguración que el instituto está planteando transformar en conjunto con la cadena del arroz, este Campo Experimental en un “Centro de Innovación de arroz de Clima Templado”. Esta propuesta implica asumir un desafío y liderazgo nacional, regional y mundial, en la investigación y producción de arroces de climas fríos. Este planteamiento que puede parecer lejano y ambicioso, se está dando, en la realidad, en pequeña escala. Todos los materiales genéticos producidos por INIA (llamados “Quilas”) están siendo utilizados en los programas de mejoramiento genético de países vecinos, para producir variedades tolerantes a frío en sus diversas etapas de desarrollo


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