Un limbo jurídico expone a riesgos a veraneantes que utilizan cuerpos de agua para recreación en la región. La situación del embalse Coihueco ejemplifica una problemática general. Información local en www.sancarlosonline.cl.Un problema de jurisdicción y competencias
Ríos y embalses de Ñuble utilizados como balnearios operan sin fiscalización debido a un vacío legal. El caso del embalse Coihueco es emblemático: ninguna institución se declara responsable de controlar las actividades recreativas en sus aguas, según constató este medio al consultar a los organismos involucrados.
La Gobernación Marítima de Talcahuano confirmó que el embalse “no es parte de su jurisdicción”. La autoridad marítima explicó que, por lo tanto, no realizan rondas preventivas en el sector, pese a la masiva afluencia de bañistas y vehículos acuáticos cada verano.
La respuesta de los organismos con injerencia
Por su parte, la Dirección General de Aguas (DGA) aclaró que no tiene facultades para fiscalizar el recinto en el ámbito recreativo. De acuerdo con la institución, su competencia se limita estrictamente al uso del agua para riego. El embalse es propiedad de la Asociación de Canalistas del sector desde los años 90, entidad que tampoco tiene obligación legal de regular estas actividades.
El concejal de Coihueco, Russel Cabrera, abordó el rol municipal. “En enero de este año envié un oficio al alcalde (…) precisamente para ver en conjunto el tema de la limpieza del recinto y también los aspectos de seguridad pública”, declaró el edil. Agregó que, tras los últimos incidentes, es urgente agregar a la discusión la fiscalización de vehículos acuáticos.
Un conflicto entre seguridad y desarrollo
El concejal Cabrera, como vecino del sector, describió la tensión existente. “Hace muchos años, vemos lanchas y motos que navegan ahí contra la posición que han tenido los regantes”, señaló. Frente a esto, existe una presión por transformar el entorno para el turismo, creando oportunidades de desarrollo local.
La DGA advirtió que el caso de Coihueco no es aislado en Ñuble. La institución mencionó la imposibilidad de fiscalizar de manera metódica la gran cantidad de ríos que son usados como balnearios informales, pese a las advertencias de peligro que se reiteran cada temporada estival.
La “vuelta larga” para una emergencia
Ante la ausencia de un fiscalizador directo, la intervención de Carabineros solo procede mediante una denuncia telefónica al 133. Este procedimiento, descrito por las fuentes como la “vuelta larga”, evidencia la falta de un protocolo ágil para prevenir accidentes en estos lugares.
El vacío legal persiste, dejando en un limbo de seguridad a los ciudadanos y planteando un dilema entre la preservación de las aguas para riego y el impulso al turismo regional. Para más noticias de Ñuble, visita www.sancarlosonline.cl.
📍 Caso emblemático: Embalse Coihueco, usado masivamente en verano.
⚖️ Vacío legal: Ni Armada, DGA, municipio ni canalistas fiscalizan recreación.
⚠️ Riesgo regional: La DGA advierte que es un problema en múltiples ríos de Ñuble.
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