La Piscina Municipal cerró su temporada con una jornada especial para niños con neurodivergencia y sus familias, donde se desarrollaron actividades físicas, cognitivas y recreativas en un ambiente seguro y tranquilo.
Mientras los niños disfrutaron del agua, sus padres y cuidadores participaron en talleres sobre nutrición, autoestima y relajación, promoviendo el bienestar integral.
“Esta instancia permitió la participación de todo el grupo familiar del niño con espectro autista. Aquí compartieron las abuelas con otras abuelas, los hermanos con otros hermanos y así sucesivamente. Todos pudieron hablar de diferentes temas, pero en su propio lenguaje”, comentó Rosa Bastías Orrego, nutricionista especialista en espectro autista y voluntaria de la organización Vivamos el Autismo.
Mariana Arriagada, madre y cuidadora de un niño con autismo, destacó la importancia de la actividad. “Fue una experiencia maravillosa, ya que no teníamos un espacio dónde salir con nuestros niños de manera tranquila y en un entorno donde todos comprendieran su diagnóstico”, expresó.
Por su parte, Paulina Espinace Silva, terapeuta en medicina complementaria, voluntaria de Vivamos el Autismo y madre de joven TEA, manifestó: “Estamos enfocados en reeducar a la comunidad y poder entregarlos información con respecto al autismo porque no se entiende totalmente”.
El alcalde Rubén Méndez calificó la iniciativa como un éxito y aseguró que se repetirá el próximo año. “La neurodivergencia es un tema que debemos preocuparnos como comunidad", afirmó.