Muy a propósito del Festival de Viña y del Folclor


Como ha venido ocurriendo los últimos años, en tanto comienza el Festival de Viña del Mar, son variadas las reacciones que provoca dentro del mundo del folclor chileno. Principalmente, la discusión se instala en torno a la falta de idoneidad, al momento de elegir la canción chilena representante de nuestra música folclórica. 

Tras estas primeras críticas se viene en cascada una serie de otras reflexiones y acusaciones respecto del poco valor de nuestra música nacional en un evento de este tipo, la nula representatividad de nuestros valores musicales patrios y una serie de otras consideraciones, que si bien, en su gran mayoría son bien intencionadas, carecen de un principio de reflexión básico: el Festival de Viña es un evento televisivo y no un espacio que busque validar nuestra música, nuestros autores e intérpretes.

El Festival de Viña, fue por muchos años una suerte de espacio nacional único, en donde la familia se reunía para disfrutar de un espectáculo colorido, maravilloso, familiar, con un espacio garantizado para la música folclórica chilena. Si bien es cierto que, la competencia internacional y nacional fueron perdiendo poco a poco espacios de relevancia, en la medida en que se apostaba a grandes artistas y números internacionales, de algún modo seguía siendo un espacio privilegiado en donde llegaban los mejores a ambas competencias, es evidente que hoy ya no es así, pero en realidad a los organizadores poco o nada les importa, porque su apuesta es otra.

Hoy no es asídefinitivamente, la competencia folclórica sigue en pie solo por una cuestión tributaria, es decir, el festival se ahorra cuantiosas sumas en impuestos en la medida en que siga existiendo la competencia folclórica.

Ahora bien, es responsabilidad del Festival de Viña difundir a los autores, compositores e interpretes nacionales? Personalmente creo que no, porque como ya he dicho: este es un show televisivo y como tal debe promoverse y financiarse. 

La música folclórica debe privilegiar otros espacios, debe fortalecerse en los mas de 200 festivales folclóricos a lo largo de todo el país, entre ellos nuestro propio Festival Violeta de San Carlos.  Pero pedirle a Viña que sea un espacio para nuestra música folclórica, es un poquito mucho, porque a la televisión en particular no le interesa nuestra música folclórica y es esta una realidad del porte de una catedral. No nos desgastemos más, no le pidamos a Viña lo que no puede dar, lo que no quiere apostar y lo que no le interesa promover. Al menos así lo pienso yo.


Luis Kako Navarrete

Consejero Regional de Culturas.


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