Un sorprendente hallazgo científico podría ofrecer una nueva esperanza en la lucha contra el COVID-19.
Investigadores argentinos del INTA y el Instituto de Química Física de los Materiales, Medio Ambiente y Energía (INQUIMAE), en colaboración con expertos internacionales, han descubierto que los nanoanticuerpos presentes en las llamas podrían ser efectivos para neutralizar variantes del SARS-CoV-2, incluyendo las cepas más resistentes como la ómicron.
Estos "nanobodies", derivados de anticuerpos presentes en camélidos como llamas y alpacas, son 10 veces más pequeños que los anticuerpos convencionales, lo que les permite penetrar de manera más eficaz en los tejidos del cuerpo. Esta característica los convierte en una herramienta extremadamente prometedora para el tratamiento de infecciones graves como la encefalitis por COVID-19, una complicación poco común, pero peligrosa que afecta al cerebro.
Investigación y resultados esperanzadores
El estudio, liderado por la doctora Viviana Parreño, experta en nanoanticuerpos y coordinadora científica de INCUINTA, ha mostrado resultados esperanzadores. "Trabajamos sin descanso para aportar un granito de arena que ayude a salvar la vida de las personas", declaró Parreño, quien ha dedicado 16 años al estudio de los nanoanticuerpos. Los ensayos en ratones han demostrado que estos nanoanticuerpos no solo neutralizan variantes como alpha, beta, delta y ómicron, sino que también reducen significativamente la carga viral en pulmones y cerebro, protegiendo a los animales de dosis letales del virus.
Uno de los aspectos más destacados de la investigación es la capacidad de estos nanoanticuerpos para proteger de la muerte al 80 % de los ratones desafiados con la cepa original de Wuhan. Además, los científicos han logrado identificar clones de nanoanticuerpos que son eficaces contra las variantes de ómicron, lo que podría ser un gran avance en el tratamiento del COVID-19 en humanos.
Un esfuerzo conjunto con impacto global y local
Este avance no habría sido posible sin el trabajo en equipo de instituciones tanto argentinas como internacionales. INCUINTA y el INQUIMAE trabajaron en colaboración con el Conicet, el Instituto de Química Biológica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (IQUIBICEN), así como con instituciones de Estados Unidos y Canadá, quienes proporcionaron tecnología y recursos clave para los ensayos y la protección intelectual de los nanoanticuerpos bajo una patente.
La relevancia de este descubrimiento es innegable, no solo a nivel global, sino también para comunidades locales, donde la lucha contra el COVID-19 sigue siendo una prioridad. Este tipo de avances científicos podría traducirse en nuevas estrategias de tratamiento que beneficien a los habitantes de la región, mejorando la respuesta médica local ante futuras variantes del virus.
El futuro de los tratamientos contra el COVID-19
El uso de nanoanticuerpos derivados de llamas podría revolucionar la forma en que enfrentamos el COVID-19. Aunque aún se encuentran en fases de investigación, los resultados preliminares son prometedores y apuntan a una posible implementación en tratamientos humanos en un futuro cercano.
En resumen, este estudio representa un paso importante hacia el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas contra el COVID-19, con potencial impacto tanto a nivel global como en comunidades locales. ¿Qué opinas sobre este innovador enfoque? ¡Comparte tus comentarios y sigue atento a nuestras actualizaciones!
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