LOCAL. - (actualizada) La Corte de Apelaciones de Chillán acogió un recurso de protección interpuesto por vecinos de la empresa Congelados Ñuble, ubicada en el sector de Mutupín, en San Carlos, ordenando a la empresa cesar la emisión de ruidos molestos que superaban los niveles permitidos.
Los hechos
Los recurrentes, Rodolfo Bustos Carrasco y Jenny Reyes Moreno, junto a su grupo familiar, afirmaron haber sufrido durante tres años los efectos nocivos de los ruidos excesivos provenientes de la empresa Congelados Ñuble. Entre las consecuencias, señalaron trastornos del sueño, cefalea, estrés y alto nivel de irritabilidad.
La demanda
Los vecinos presentaron un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Chillán, argumentando la vulneración de sus garantías constitucionales a la vida, integridad física y psíquica y a la protección de la salud.
El fallo
En fallo unánime, la Corte acogió el recurso de protección, calificando el actuar de la empresa como arbitrario e injustificado. El Tribunal estableció que la empresa había incurrido en reiterados incumplimientos a la normativa ambiental que regula las emisiones de ruido, tanto de día como de noche.
Las medidas
La Corte ordenó a la empresa Congelados Ñuble cesar la emisión de ruidos superiores a los permitidos por el Decreto Supremo 38/2011 del Ministerio del Medio Ambiente.
Asimismo, dispuso que la Superintendencia del Medio Ambiente efectúe las fiscalizaciones correspondientes y dé curso al procedimiento sancionatorio en contra de la empresa.
Un precedente importante
Este fallo es un precedente importante en materia de protección del medio ambiente y la salud pública, ya que establece la responsabilidad de las empresas de controlar sus emisiones de ruido y evitar la afectación a la calidad de vida de las comunidades aledañas.