El 27 de octubre se cumplió el plazo para que aquellos consejeros(as) regionales que quisiesen postular a alcalde(sa) en las próximas elecciones municipales de 2024 renunciaran a sus cargos, tal y como se los exige la ley.
De los 16 consejeros(as) regionales de Ñuble, tres decidieron presentar su renuncia: Wilson Olivares (PR), por Diguillín; Ariel Miranda (UDI), por Punilla; y Eduardo Redlich (ind.-Evópoli), por Itata, todos ellos aspiran a competir por las alcaldías de San Ignacio, Ñiquén y Quirihue, respectivamente.
Entonces, surge la duda de ¿Qué pasará ahora con esos cargos que quedan vacantes?
Según el art. 42 de la ley 19.175, la definición de los cargos vacantes corresponde al Tribunal Electoral Regional (TER).
La fórmula que se aplica es que si un core renuncia a su cargo -ya sea por muerte o por voluntad propia-, éste será reemplazado por el candidato que le siga en cantidad de votos y que haya competido en la misma lista de quien dimite.
En el caso de Ñuble, los nombres que debieran ser ratificados por el TER Ñuble son los del abogado y militante radical, Antonio Prado Betanzo en Diguillín, quien siguió en votos a Wilson Olivares, con 1.448 sufragios; la docente de Coelemu Carolina Gómez Cáceres (Evópoli) en Itata, quien sacó 435 sufragios y debería reemplazar a Eduardo Redlich y por Punilla, la trabajadora social de la UDI y exalcaldesa de San Fabián, Lorena Jardua Campos quien obtuvo 2.264 votos detrás de Ariel Miranda.
El Consejo Regional, reúne a los 16 consejeros regionales y su finalidad es hacer efectiva la participación de la comunidad regional en la toma de decisiones. Los consejeros regionales tienen Facultades normativas, resolutivas y fiscalizadoras.
Le invito a conocer a estos nuevos consejeros regionales.
Claudia Espina Videla
Administradora Pública