Boro y remolacha azucarera


AGRO.-  Los suelos con un bajo contenido de boro afectan inevitablemente a los rendimientos y al contenido de azúcar, lo que se traduce en una reducción de los beneficios económicos del cultivo de remolacha azucarera. 

Actualmente, la deficiencia de boro ha sido reportada por investigadores en más de 80 países, por lo que los cultivadores de remolacha necesitan conocer los síntomas de la deficiencia de boro en la remolacha azucarera y cómo eliminarla.

El boro es un elemento útil para mantener la integridad estructural de las paredes celulares, juega un papel importante en el metabolismo de los carbohidratos y está asociado con la translocación de azúcar.

Los síntomas de la deficiencia de boro en la remolacha azucarera aparecen primero como un agrietamiento neto blanco de las superficies superiores de los tallos o el marchitamiento de las plantas. 

En el futuro, si no se elimina la deficiencia de boro, la situación empeora y se desarrolla el agrietamiento transversal de los pecíolos, y las hojas nuevas en el punto de crecimiento se vuelven marrones o ennegrecidas. Si el centro del punto de crecimiento está “pegajoso” al tacto, esto también puede ser un síntoma de deficiencia de calcio, ya que esta deficiencia (como ocurre con el boro) impide el desarrollo de la membrana/pared celular y hace que las células “filtren” hasta cierto punto. 

La corrección o prevención de la deficiencia de boro aumenta el rendimiento y el contenido de azúcar de los tubérculos.

Varios factores afectan la disponibilidad de boro para los cultivos, incluida la materia orgánica, el contenido de arcilla, la humedad del suelo y el pH del suelo. Por ejemplo, la remolacha azucarera en suelos alcalinos experimenta una absorción reducida debido al alto pH. Los suelos arenosos con poca materia orgánica naturalmente sufren de lixiviación excesiva.

Según el tipo de suelos incluidos en la zona de riesgo, se incluyen los arenosos o de grano fino, y según las condiciones de la época, la deficiencia aumenta durante los períodos secos, cuando la humedad del suelo contribuye a la pérdida de boro -es uno de los microelementos más lixiviados.

Para la remolacha azucarera, los investigadores recomiendan agregar boro como fertilizante inicial en una proporción de 2:2, pero nunca en contacto directo con las semillas porque puede ser tóxico e inhibir el crecimiento de las raíces.

Las aplicaciones foliares son una forma eficaz de satisfacer las necesidades de boro de las plantas de remolacha azucarera. Se prefieren dos pulverizaciones sucesivas en una etapa temprana de crecimiento. Hay varios productos en el mercado con un contenido de boro de 10 a 20 por ciento de la sustancia activa. Al aplicar, siga las tasas de aplicación de la etiqueta y recuerde que estos productos pueden ser antagónicos cuando se mezclan con glifosato, pero funcionan bien en mezclas de tanque con fungicidas.

Si observa los síntomas descritos anteriormente en la remolacha azucarera, debe realizar un análisis de nutrientes foliares y aplicar una cirugía foliar.  

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