LOCAL.- Resulta preocupante el “diálogo de sordos” en que se han involucrados los concejales de San Carlos a partir de la modalidad del alcalde que no dar a conocer las soluciones, aparece diligente anotando las denuncias, y cuestionamientos, pero las respuestas no llegan al concejo municipal.
Es repetitivo escuchar a los concejales solicitar una y otra vez información de las causas judiciales, obras que se han extendido más allá su plazo como el espacio para los carros de comida en la alameda o la plazoleta El Roble, la situación de los proyectos emblemáticos como Feria Libre y el Polideportivo, el caso SEAT-DEMARCO, solo por mencionar algunas.
Es preocupante cómo la alcaldía se ha empecinado en disponer de los recursos municipales para emprender un litigio sin sentido en el caso de los directores, a los cuales ha mantenido suspendidos por meses, pese a lo señalado por la autoridad laboral judicial y la Contraloría.
La semana anterior debió retomar sus funciones el director de control, Ricardo Parra, sin embargo y pese a la experiencia anterior en el otro caso del director de administración y finanza, el alcalde insistió en interponer un recuso judicial bajo pretexto de una mayor explicación de los tribunales, demorando lo resuelto por la justicia, que ordenó el reintegro del director titular de Control. Este tema no ha sido posible que los ediles lo aborden desde su rol fiscalizador.
Desde una sesión pública del concejo municipal, donde se debe dar a conocer el contenido de los tema a discutir y donde la autoridad responde a los requerimientos de los fiscalizadores, se ha pasado a un diálogo de sordos, donde no se explica ni se da a conocer el contenido de los documentos que los ediles rechazan o aprueban, como tampoco se responde a lo planteado a la hora de incidentes.