Las bajas temperaturas en la zona de la cordillera han hecho que bandadas de mirlos (pequeños pajaritos negros) estén llegando por las noches a dormir en los árboles de la plaza de San Carlos.
La gran cantidad de estas aves y sus vuelos sincronizados antes de dormir, atraen al público que los observa con curiosidad, ya que son tantos que llama la atención al estar posados sobre las ramas de los árboles y también en los cables.El fotógrafo y naturalista, Álvaro Castillo explicó este fenómeno señalando que si bien es habitual verlos, en esta temporada las bajas temperaturas llevaron a que un mayor número de ellos bajaran hasta la zona del valle y buscaran logares donde pasar la noche.
En la primavera se irán cuando ya las temperaturas suban, aseguró Álvaro Castillo, gran conocedor de la naturaleza y de las aves de Ñuble.
Si bien se trata de ejemplares de color negro, de azul tornasol y otros de color café, estas bulliciosas aves son parasitarias y no hacen sus nidos, sino que ocupan los de otras aves, contó Álvaro Castillo.
Sobre su masiva presencia, Castillo dijo que era un comportamiento normal en la especie que por las noches buscan sitios como dormideros para protegerse, se reúnen en grandes cantidades y duermen juntos. "Desconozco por qué lo hacen, pero es una conducta natural de los mirlos".
"Es normal que hayan tenido este desplazamiento desde la precordillera al valle, debido a las bajas temperaturas que se han registrado últimamente, aseveró Álvaro Castillo.
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