AGRO.- (portalfruticola.com).- Los investigadores de la Universidad de Colorado en Boulder descubrieron que existe una creciente evidencia de que otra "pandemia", como la llaman, ha estado infectando a las abejas en todo el mundo durante las últimas dos décadas y se está propagando: un patógeno fúngico conocido como Nosema.
De acuerdo con Science Daily y la Universidad de Colorado en Boulder, aunque se ha documentado en Europa, Canadá e incluso en Kenia, esta infección se ha registrado casi exclusivamente en la abeja europea; el polinizador comercial reconocible.
Los hallazgos, publicados en Plos Pathogens, revelan que casi nada se sabe sobre el impacto de este patógeno en las abejas nativas y solitarias; que constituyen la mayoría de las aproximadamente 20,000 especies en el planeta.
"Se necesita más trabajo para comprender las infecciones por Nosema en especies de abejas nativas y las posibles consecuencias para los ecosistemas nativos; si las abejas nativas sufren un destino similar al de las abejas cuando se infectan", dijo a Science Daily, Arthur Grupe II; autor principal e investigador postdoctoral en el Departamento Ecología y biología evolutiva.
La importancia de las abejas nativas
Las abejas nativas no solo son importantes como polinizadores en sus ecosistemas locales, sino que también contribuyen a la polinización de los cultivos agrícolas, de acuerdo con Science Daily.
"Uno de cada tres bocados de los alimentos que comemos se debe a un polinizador", comentó Grupe al portal científico.
Los científicos aseguraron que, las abejas y la salud de las colonias de abejas, se ven afectadas por lo que se conoce como las cuatro P: plagas, patógenos, mala nutrición y pesticidas.
El patógeno Nosema
Nosema es un patógeno fúngico, un tipo de microsporidios o parásito unicelular formador de esporas. Sobrevive infectando las tripas de las abejas, donde germina, infecta la célula del huésped, reproduce y rompe la célula del huésped para liberar sus esporas.
Mientras pasan por el tracto digestivo, estas esporas pueden infectar otras células en el cuerpo de la abeja, enfermando a la abeja y contaminando flores, polen y urticaria en el camino.
Algunas cepas de Nosema incluso disminuyen el conteo de espermatozoides y mutilan los genitales masculinos de los abejorros, lo que reduce su éxito reproductivo.
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