Selección de semillas certificadas es destacada por director del INIA


Con la finalidad de “ver en terreno las cosechas existentes y rendimientos de los cultivos” existentes en los campos experimentales Humán (Los Ángeles) y Santa Rosa (Chillán), el director nacional de INIA, Pedro Bustos, visitó ambas dependencias vinculadas al INIA Quilamapu, uno de los dos centros regionales más grandes del país de esta institución.

Bustos, quien estuvo acompañado por el jefe nacional de Negocios Tecnológicos de INIA, Enrique Stange, agregó que era importante ver “cómo ha afectado la sequía a nuestros campos” y ver la diferencia que presentan aquellos cultivos que son regados con riego tecnificado con los que son regados por riego tendido. Ello permite sacar conclusiones y ver cuáles son las inversiones necesarias para seguir siendo más eficientes en los campos.

El directivo explicó que “al ser un organismo de investigación, lo que tenemos que proporcionar es un valor agregado, por lo que prácticamente todas las semillas que vendemos a los productores son semillas certificadas con alto valor genético. Todas las semillas del mundo tienen un ciclo de duración corto, producto del nivel de infestación con enfermedades y plagas. Por ello proporcionamos periódicamente nuevas variedades de arroz, trigo, avena, porotos, entre otras, con la finalidad de que los productores tengan mejores rendimientos, mayor productividad sin presencia de enfermedades con menos requerimientos de aplicaciones de químicos, ya que las variedades están libres de enfermedades lo que reduce el impacto en el medio ambiente y más adaptadas a las condiciones de estrés hídrico, es decir, variedades menos demandante de agua”.


Bustos sostuvo que en el Campo Humán de Los Ángeles se concluyó satisfactoriamente con la cosecha de los trigos panaderos y candeales (para la elaboración de pastas), con rendimientos muy cercanos a los 100 quintales por hectárea, lo que se ve favorecido por el riego proporcionado por los tres pivotes centrales que entregan eficiencia de riego. 

En cuanto al campo Santa Rosa, en las afueras de Chillán, señaló que además de siembras de distintos cereales “aquí se encuentra la nueva planta seleccionadora de semillas certificadas del centro sur, que procesa la semilla proveniente de distintos campos experimentales de INIA”. De esta manera, en una superficie de 4.500 metros cuadrados y una capacidad de selección de entre 4 mil 500 y 5 mil kilógramos por hora, la planta cubre la demanda de los productores de las regiones de Maule, Ñuble y Biobío. 

Cabe señalar que en 56 años de vida, INIA ha desarrollado casi 160 variedades de trigo, 12 de arroz y 16 de avena, cubriendo gran parte de la demanda de variedades de los productores de cereales del país.


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