Una mujer llegó este lunes con su pareja hasta la Fiscalía
de Chillán para desistirse de denuncias por violencia intrafamiliar que había
realizado en contra de su conviviente.
Nerviosa se acercó a un dispensador
de agua, momento en que coincidió con el jefe de la Unidad de Atención a
Víctimas y Testigos (Uravit), quien le preguntó si le pasaba algo. La mujer le
pidió un lápiz y un papel, y por escrito le advirtió que había
sido llevada obligada hasta allí.
En el hall de espera, a pocos pasos, el hombre insistía en
que su conviviente quería dejar sin efecto las denuncias, lo que fue
aprovechado por el profesional de la Fiscalía para trasladarla hasta una
oficina bajo el pretexto que haría ese trámite.
El desestimiento de una víctima no impide que la Fiscalía
siga adelante con la persecución penal. Eso no lo sabía Cristian Mancilla Roa,
el protagonista de esta historia, ni tampoco se enteró que, contrario a lo
que pensaba, su pareja aprovechó que estaba a solas con el jefe de la Uravit
para contarle la verdad: que el hombre la estaba obligando a desistirse y que,
incluso, la había golpeado el día anterior.
El fiscal de turno, Florentino Bobadilla, también se
entrevistó con la mujer y luego de revisar los antecedentes del agresor se dio
cuenta que, al menos, en dos causas por violencia intrafamiliar tenía
prohibición de acercarse a la víctima, medida cautelar decretada por los Tribunales. De inmediato, el fiscal llamó a Carabineros para alertar que el
imputado estaba cometiendo un desacato flagrante, razón por la que fue
detenido en la propia Fiscalía de Chillán.
El imputado tiene dos causas por agredir a su pareja en
Chillán y una tercera por el mismo delito en Viña del Mar, donde incluso ya
tiene fijada una audiencia para un procedimiento simplificado que se
realizará el 14 de febrero.
El fiscal (s) de Chillán, Richard Urra, lo formalizó este
martes por desacato y lesiones en contexto de violencia intrafamiliar. Pidió su
prisión preventiva y el Juzgado de Garantía de Chillán acogió sus
argumentos, entre ellos que la libertad del imputado era un peligro para la
seguridad de la víctima. El Tribunal otorgó tres meses de plazo para la
investigación.
La Fiscalía Regional de Ñuble llamó a las víctimas de
violencia intrafamiliar a denunciar y confiar en el sistema, el que también les
brinda medidas de protección que les permiten estar seguras a ellas y a
sus familiares.
Si bien, contar con la declaración de la víctima es importante
en un juicio, el desestimiento de estas, situación que con cierta frecuencia se
da, no impide lograr condenas.
Un ejemplo de lo anterior fue la pena de casi 13 años de
cárcel que deberá cumplir un hombre de 28 años de Bulnes, quien fue llevado a juicio
por la fiscal jefe de esa jurisdicción, Tamara Cuello, por una serie de
delitos en contexto de violencia intrafamiliar que afectaron a su exconviviente. La víctima, en este caso, se retractó por temor, pese a lo cual el
Ministerio Público decidió seguir adelante con la acusación y posterior juicio.
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