Actividad de
transferencia tecnológica organizada en Chillán, llamada día de campo, fue
organizado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA, y estuvo
centrada en la escasez de precipitaciones y en el desarrollo de agricultura
sustentable.
Unos 300 productores
de las regiones de Maule, Ñuble y Biobío participaron, en el Campo Santa Rosa
en Chillán, en el Día de Campo “Avances en manejo agronómico de cultivos para
la zona centro sur de Chile”. La actividad tuvo por objetivo mostrar las
tecnologías que INIA está desarrollando, para sostener una agricultura
ambientalmente sustentable y adaptada a las condiciones de cambio climático.
Productores provenientes de grupos
Prodesal interactuaron con investigadores en medio de parcelas de trigo,
quínoa, lentejas, garbanzos y maíz, donde pudieron conocer nuevas variedades, y
nuevas prácticas de manejo de los cultivos.
Al respecto, el subdirector
regional de Investigación y Desarrollo de INIA Quilamapu, Luis Inostroza,
resaltó esta instancia de traspaso de información productores, donde también se
mostraron variedades de arroz y las tecnologías disponibles para el control
biológico de plagas y enfermedades, como los hongos entomopatógenos y hongos
endófitos.
Desde el punto de vista de los
cultivos, el directivo INIA destacó el desarrollo de nuevas variedades previstas
para las condiciones del cambio climático en nuestro país, específicamente la
escasez de agua. “En el corto plazo vamos a contar con nuevas variedades de
trigo y con mayor productividad bajo condiciones de escasez hídrica. Ello
sumado a la necesidad de desarrollar variedades que también sean tolerantes a
la presencia de las principales enfermedades fungosas del trigo, lo que evita
el uso de productos químicos, con lo que se mantiene el foco en el desarrollo
de una agricultura más sustentable”.
En otro aspecto, Inostroza también valoró
el desarrollo de variedades de leguminosas de grano adaptadas a ambientes de
secano (que no se riegan y se hidratan solo con el agua de lluvia) lo que “resulta
ser cada día más complejo por la ausencia de precipitaciones”. Esta temática
llamó la atención de los productores que pudieron conocer variedades de
lenteja y garbanzo generadas por INIA, y
la forma de controlar las malezas asociadas, además de las estrategias de
siembra y fertilización para incrementar los rendimientos. “La idea es promover
no solo la siembra y producción de legumbres con bajo índice de agroquímicos,
sino también estimular el consumo de legumbres por parte de la ciudadanía”
sostuvo el ingeniero agrónomo.
Otra de las tecnologías destacadas
por el subdirector correspondió a la no quema de residuos agrícolas, práctica
que aún sigue siendo utilizada en los campos. Sobre el particular, Luis
Inostroza recalcó que “hoy el INIA está validando información indiscutible de
que los rastrojos pueden ser manejados sin la necesidad de quemarlos”. Agregó
tras las experiencias realizadas durante cinco años continuos sin quema “hemos
demostrado que incorporando los rastrojos a los cultivos, con el consiguiente
reciclaje de nutrientes dentro de los sistemas, la agricultura es más
sustentable desde el punto de vista económico, ambiental y social”.
Finalmente, se refirió al creciente
cultivo de la quínoa, muy asociado al desarrollo de la agricultura sustentable,
por su baja demanda de agroquímicos. El directivo, resaltó también el control
mecánico de malezas de la quínoa, para lo cual “se estudian nuevos implementos para
su uso en la pequeña y gran agricultura”. En tal sentido, mencionó
positivamente el trabajo de los investigadores Lorenzo León y Rodrigo Quintana,
quienes “presentaron el sistema Finger Weeder que está causando una revolución
en el control de malezas. Todo esto con la finalidad de usar menos agroquímicos
en la agricultura de Chile para la producción de alimentos”, concluyó.
El día de campo de INIA Quilamapu
contó con la organización general del transferencista Víctor Kramm.
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