Frente a la denuncia hecha por la concejala Flores, quien acusó que varios dirigentes fueron borrados del grupo de whastapp de organizaciones comunitarias de la municipalidad, solo por preguntar por la forma en que se pretendía realiza un cabildo municipal que finalmente fracasó, el alcalde se manifestó desentendido de la situación, sin que se pudiera establecer qué fue lo que realmente ocurrió y quién es el responsable de borrar a los dirigentes que disientan de la forma de accionar del municipio.
Sobre el cabildo que inicialmente fue anunciado por el encargado de seguridad ciudadana, Ricardo Asfura, los ediles dijeron en el concejo que pese a sus averiguaciones no se pudo saber cómo se pretendía realizar y quiénes iban a intervenir en dicho cabildo. Lo que también en su momento intentaron saber los dirigentes.
La única respuesta que salió del municipio fue usar un volante que caricaturizaba al alcalde como razón para suspender la actividad, sin que se supiera cuáles eran los temas del cabildo, cómo se iba a realizar y quiénes participarían en su organización.
Como una cosa ridícula fue calificado este intento de cabildo por el concejal Guzmán, a lo cual el alcalde dijo: "el cabildo no fue ridículo, porque se invitó a todas las instituciones y entidades políticas", lo cual fue desmentido de inmediato por todos los ediles que le reiteraron que no había programa ni se había convocado.
En sus tres períodos la actual administración no ha tenido voluntad de incorporar a la comunidad en la toma de decisiones sobre proyectos o iniciativas relevantes, como es ahora el caso del proyecto por más de 800 millones de pesos para arreglos en el parque municipal laguna Quirel, donde no hubo participación ciudadana.
Recordemos que la única consulta hecha por la actual administración en el año 2009 fue una modificación en el centro de la plaza donde se colocaron tres alternativas y finalmente, el alcalde optó por una opción diferente a lo consultado.
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