Lamentable resultó el uso de
menores en la Escuela Diego Portales, donde se les hizo declarar a los niños un rechazo a la violencia
que, sin bien es atendible, resulta totalmente
desatinado,
toda vez que ninguno de los padres fue consultado para que sus
hijos participaran en el video que posteriormente fue subido a una página de Facebook, cuyo autor a las pocas horas debió bajarlo.
Si bien se intentó copiar lo que
han hecho algunos canales de TV, es bueno que quienes intentan copiar acciones
de reporteros, consideren que toda aparición
de un menor en un video de reproducción
pública, requiere necesariamente de la autorización de sus padres.
El colegio, por su parte, tomó la
decisión de hacer que sus niños realizaran dibujos sobre la no violencia, los que posteriormente
fueron colocados en frontis de la
gobernación, eso podría estar dentro del ámbito académico lo que debe ser evaluado
por las autoridades. Cosa muy distinta es que una persona extraña al establecimiento
haya realizado en sus dependencias varias grabaciones a distintos menores, sin
autorización de los padres, según reclamo que se nos dio a conocer.
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