AGRO.- (Portal Agro chile ).- Trabajar en el sector agrícola muchas veces puede requerir
de un esfuerzo físico adicional, cultivar la tierra es una gran labor que para
muchos ha traspasado generación en generación.
El Instituto de Investigaciones Agropecuarias INIA Intihuasi
del Ministerio de Agricultura a través del programa de introducción del cultivo
hidropónico de hortalizas bajo invernadero en las comunas del Programa Territorial
de Zonas Rezagadas, ha trabajado en la instalación de invernaderos que han
permitido establecer sistemas de cultivos hidropónicos, que son plantados en mesas de trabajo, generando así
una nueva opción de negocio, pero a la vez mejorando la calidad de vida de
quienes pertenecen a los grupos de trabajo en las comunas de: Punitaqui,
Combarbalá, Monte Patria y Canela.
“En el contexto del cambio climático, el cultivo hidropónico
bajo invernadero presenta una buena opción de adaptación para la agricultura tradicional,
en este proyecto destacamos no solo el cambio tecnológico, la alta eficiencia y
el incremento significativo de la productividad, sino también la oportunidad de
mejorar los ingresos familiares, y por cierto, también debemos destacar el
valioso mejoramiento del bienestar laboral que se logra con este nueva forma de
trabajo, ya que se produce de manera más segura y confortable, lo que
representa una verdadera oportunidad de inclusión laboral para la familia,
especialmente para mujeres o adultos mayores” sostuvo el director Regional de
INIA Intihuasi Edgardo Díaz.
Rosa Rodríguez de
Punitaqui, beneficiada del programa
agradece el apoyo recibido y relata cómo ha sido su experiencia “para mí
y las personas que estamos recién empezando, dentro de nuestra cultura trabajar
con hidroponía era casi imposible. Acá hemos ido aprendiendo, para mí nos están
enseñando una cultura diferente, algo nuevo, innovador para la zona. En el
invernadero tenemos mucha tecnología por dentro y por fuera, las personas que lo ven le llaman un domo y
nosotros tenemos que explicar que es un invernadero, muchas personas nos
preguntan.
Las personas me dicen que no pueden creer que estoy trabajando en agua y me preguntan cómo se hace. Uno le pone mucho cariño al trabajo y ha sido un aporte para el ingreso familiar. Nosotras somos mujeres, que somos mamá y aportamos con vender nuestros cultivos en la zona, yo empecé a vender con un cartel afuera de mi casa y después las personas venían solas a comprar. Me encanta ir en la noche a trabajar en las plantas, me gusta ir a verlas, conversar con ellas, es como el valor agregado que uno le pone con cariño. Nos han enseñado para mejorar nuestra calidad de vida”.
Las personas me dicen que no pueden creer que estoy trabajando en agua y me preguntan cómo se hace. Uno le pone mucho cariño al trabajo y ha sido un aporte para el ingreso familiar. Nosotras somos mujeres, que somos mamá y aportamos con vender nuestros cultivos en la zona, yo empecé a vender con un cartel afuera de mi casa y después las personas venían solas a comprar. Me encanta ir en la noche a trabajar en las plantas, me gusta ir a verlas, conversar con ellas, es como el valor agregado que uno le pone con cariño. Nos han enseñado para mejorar nuestra calidad de vida”.
Constanza Jana, investigadora de INIA Intihuasi y encargada
del proyecto, destacó los trabajos que se han realizado “hemos levantado
invernaderos en las 4 comunas, a un total de 16 agricultores, nueve de los cuales
son mujeres, que ven en esta oportunidad, no solo la posibilidad de un ingreso
adicional, sino que el poder trabajar con su familia, siendo entonces el grupo
familiar completo, los beneficiarios directos de la iniciativaH hemos visto
cómo los niños ayudan a sembrar los almácigos o trasplantar las plántulas.
Estamos muy satisfechos con la respuesta de los agricultores y agricultoras ya
vemos que este proyecto ha sido un aporte al bienestar de ellos”.
Los agricultores han aprendido a trabajar con sistema de
raíz flotante con el cultivo de lechuga y actualmente están incorporando el cultivo del berro, que logra
altos precios en hidroponía. Además
están implementando el sistema de
hidroponía en sustrato, para que aprendan a trabajar tomate y zapallito
italiano en fibra de coco.
El trabajo realizado ha permitido a la pequeña agricultura
familiar campesina diversificar su fuente de ingreso, encontrar nuevas
oportunidades y además hacer un uso eficiente del agua, ya que la hidroponía
utiliza ¼ a 1/3 del agua que se utiliza en un sistema productivo en suelo.
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