Usarán satélites e inteligencia artificial para entregar datos de temperatura al agro


By Mario San Martin   Marzo 25, 2019

 Usarán satélites e inteligencia artificial para entregar datos de temperatura al agro
Por unanimidad el Consejo Regional de Ñuble aprobó el proyecto "Transferencia de zonificación térmica satelital con uso de inteligencia artificial para la región de Ñuble”,


iniciativa impulsada por investigadores de INIA Quilamapu.

El proyecto liderado por el investigador Marcelino Claret, usará herramientas de última generación como el sensoramiento satelital, minería de datos e inteligencia artificial, que permitirán entregar a la región de Ñuble, patrones de temperaturas de distintas zonas. Ello posibilitará generar la primera base de datos de cultivos con información térmica de especies y variedades, y un análisis de las zonas que por aspectos de temperatura y tipo de suelo resultan ser óptimos para el establecimiento de frutales y otros cultivos, en la región.

El proyecto fue aprobado por la unanimidad de los consejeros regionales, quienes destacaron el aporte que esta iniciativa de 26 meses de trabajo, generará para Ñuble.

El consejero regional Hernán Álvarez, resaltó el hecho de que en el proyecto se vaya a usar inteligencia artificial “para definir las características esenciales que tiene la región de Ñuble en términos de temperatura y crecimiento de sus cultivos. Ese es el tema esencial. Con ello podemos pensar en tener una posición importante en el sector exportador de la fruta, en ser una zona alimentaria importante para Chile. Con el INIA hay una expectativa que nos llena de orgullo”.

Información única en el país

El investigador a cargo del proyecto, Marcelino Claret, explicó que este apunta a varios factores. Por un lado, “recopilar en todas las fuentes científicas los patrones térmicos (rango óptimo de temperaturas para el desarrollo de cada planta) de todas las variedades de cultivos que están o pudieron estar en la Región de Ñuble”.

Añadió que también se dedicarán a “conocer la oferta térmica de la región, para determinar si una variedad de cultivo se adapta o no a alguna zona específica”. Explicó que la oferta térmica se mide como grados/día, lo que se logra conociendo el comportamiento histórico de temperaturas mínimas y máximas diarias en los últimos catorce años. “Esta información se obtiene en parte de las estaciones meteorológicas existentes”. Agregó que “para obtener la oferta térmica de áreas no cubiertas por las estaciones meteorológicas, se recurre a los satélites. De esta manera, mediante sofisticados sensores, se puede obtener, desde los satélites, la temperatura diaria existente en un punto que equivale a un kilómetro cuadrado”.

“Lo relevante -aclaró- es que mediante un software se podrá cruzar la información de la oferta térmica satelital del territorio con la recopilación de los patrones térmicos de las variedades de cultivos”. “El software será capaz de contestar a quien consulte, si una variedad de un determinado cultivo está bien ubicada en un punto geográfico o no, o qué alternativas mejores existen para ese punto”.

Claret agregó que si un exportador o productor de fruta quisiera comprar o arrendar un nuevo predio para expandir su plantación, podrá recurrir al software para conocer si las condiciones de ese predio son las apropiadas para establecer una determinada variedad. “El sistema le va a indicar si la variedad es la adecuada o no; si no lo es, le va a indicar la o las que sí sirven en el predio seleccionado”.

Finalmente, Claret mencionó que el proyecto contempla realizar una proyección usando inteligencia artificial de cómo la región se va a ver, térmicamente, en 15 o 20 años más. “Ello va muy de la mano con la refundación de la unidad de Teledetección y Sistemas de Información Geográfica (SIG) de INIA Quilamapu que será la encargada de darle sustentabilidad a este proyecto en el mediano y largo plazo”.


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