Por María Cristina Prudant /Cambio21
En 1961 fue creado en Parral, una comuna agraria de la
Región del Maule, el enclave de Colonia Dignidad, fundado por el nazi Paul
Schäfer y que terminó siendo un activo cómplice de la dictadura,
según consta
en los miles de documentos diplomáticos que fueron desclasificados por la Cancillería de Alemania en 2016. En
ellos se revelan detalles desconocidos y confirman las operaciones en su
interior y las atrocidades cometidas por sus líderes. Su estrecha relación con
la Dina, cuyos agentes fueron entrenados en el enclave alemán, a los que se les
brindó apoyo técnico en construcciones subterráneas y comunicaciones.
Entre las cosas que han salido a la luz pública, después de
la dictadura, son los miles de recursos financieros con los que contaba Colonia
Dignidad, arsenal de pistolas, ametralladoras y granadas estas últimas eran
fabricadas por ellos mismos.
Y muy importante de consignar también, es el grado de
influencia en los círculos de poder en Chile y Alemania, por eso estos exnazis
pudieron actuar con toda impunidad.
Era una verdadera secta que mantuvo secuestradas en su
interior, por décadas, a familias
chilenas de las cuales abusaron de diversa forma. Los adoctrinaron y terminaron
siendo verdaderos robots humanos. Abusaron sexualmente de innumerables menores.
Los que no querían someterse eran tratados con sicofármacos y electroshock.
Para muchos, y el tiempo les dio la razón, fue un centro clandestino de detención y
torturas tras el golpe de Pinochet
contra el Presidente socialista Salvador Allende en 1973.
Alemania siempre supo que existía este reducto, un capítulo
oscuro de su historia diplomática, que después de muchas denuncias a la larga
fue descubierto y repudiado por la comunidad internacional. El gobierno de
Alemania, no hizo nada cuando durante la
segunda mitad de la década del 70 y principios de los 80 se denunciaron los
peores abusos de los derechos humanos en la Colonia. Para los periodistas
extranjeros que han investigado este caso, aparte de aclarar muchas cosas, se
encontraron con aspectos escalofriantes.
El fugitivo Paul Schafer
Schäfer, llegó a
Chile siendo fugitivo de la justicia alemana por cargos de pederastia. Creó un
reducto secreto rodeado por una valla con alambres de púas, que además poseía
una torre de vigilancia y reflectores, y era custodiado por perros. Aún así
hubo personas que lograron escapar y contar lo que sucedía al interior, sin
embargo en muchos casos no fueron escuchados.
Asimismo, los ingresos económicos de los miembros de la
comunidad eran retenidos por los líderes, al igual que sus cédulas de identidad
y pasaportes, para evitar que huyeran.
Luego vendría el período de cooperación con la Dirección de
Inteligencia Nacional (Dina), el organismo encargado de la represión política
durante el régimen de Pinochet. El reducto de alemanes participó activamente en la tortura y desaparición de
disidentes. Manuel Contreras, jefe de la Dina en ese tiempo, visitaba a menudo
el enclave y de ellos dieron testimonio algunos que escaparon del lugar.
En cuanto a la tortura e interrogatorios de detenidos, un exagente de la Dina dice haber participado en interrogatorios y torturas de
personas en Colonia Dignidad. Además reconoce que allí permanecían internados
numerosos presos políticos, más de 100 personas. Otro exsoldado chileno cuenta
que entrenaban a los agentes de la Dina para que actuaran de la forma más
brutal posible.
Operación Colombo
Los nazis de Colonia Dignidad participaron en la masacre de
Cerro Gallo, en 1975, en el marco de la llamada Operación Colombo. En ese
lugar, militares chilenos fusilaron a decenas de prisioneros, a quienes una vez
muertos hicieron pasar por guerrilleros que intentaban ingresar al país desde
Argentina cruzando la cordillera de Los Andes.
El testimonio de un exsoldado chileno que participó en el operativo
de Cerro Gallo recuerda la masacre: "Fuimos allí a perseguir a unos
extremistas y los alemanes nos ayudaron […] Conocían una montaña, el Cerro
Gallo, donde decían que habían visto a extremistas. Allí estaban ambos jefes,
mi capitán y el líder de ellos [Schäfer]. Los alemanes conocían el cerro, sin
ellos no hubiéramos logrado nada. Ellos eran los primeros, todo lo sabían […]
Algunos de ellos andaban de civil, tipo la policía secreta".
El exsoldado comenta que "tenían mejores armas que
nosotros. Algunas ametralladoras gigantes. Cuando iban de civil llevaban
abrigos de lana y nadie podía ver lo que había debajo". Hay una versión de
que el renombrado traficante de armas alemán Gerhard Mertins, un nazi vinculado
a Schäfer, creó en Alemania un "círculo de amigos" de la Colonia. De
esta manera se enviaron armas a colonos alemanes en Chile sin permiso de
exportación?".
Sobre los cuantiosos recursos que tenía Colonia Dignidad, se
supo a través de un testimonio de los fugados,
que era una verdadera firma comercial y lo demás una fachada. En un tiempo suministraban productos a 2 supermercados y también se dice
que explotaban una mina de oro y extraían titanio. Además mantenían cuentas en
dólares en Alemania.
Aún no se sabe adónde fue a parar el dinero de Schäfer y su
círculo íntimo. Se sospecha que los fondos podrían estar ocultos en un paraíso
fiscal en el Caribe.
Entretanto, Colonia Dignidad fue rebautizada como Villa
Baviera tras perder su personería jurídica en 1991 y luego fue reformada.Sin
embargo, su legado sigue presente, ya que los familiares de los desaparecidos
continúan exigiendo que se investigue a fondo lo ocurrido allí.
Querella y organizaciones
La Asociación por la
Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad presentó una querella
"contra los responsables de crímenes de exterminio" en el enclave
para buscar justicia y verdad.
Además producto de las presiones, el Parlamento alemán
indemnizará a víctimas por trabajo forzoso, tortura y abuso. Los legisladores
decidieron destinar a partir del año 2019 un millón de euros para las víctimas
de Colonia Dignidad. De allí también surgió una Comisión Mixta en la que
participan distintos organismos.
Según publica Der Spiegel, Matthias Bartke, presidente de la
comisión parlamentaria de Trabajo y Asuntos Sociales, explicó que con esta
partida presupuestaria se pretende facilitar a las víctimas de Colonia Dignidad
“las urgentemente necesarias prestaciones de apoyo”.
Este monto se suma a los 800.000 euros ya aprobados, para la
construcción de un centro de encuentro y memoria.
Para definir cómo se utilizará el millón de euros se
constituyó una comisión integrada por diputados de todos los grupos
parlamentarios y representantes del gobierno.
El abogado y miembro de la Asociación por los Derechos
Humanos y memoria de Colonia Dignidad, Roberto Celedón, destacó la
indemnización del Estado alemán a las víctimas de Villa Baviera, pero expresó
que espera más de Chile.
Celedón indicó que la decisión de parlamentarios
alemanes "llega tarde", pero
que "moralmente es bienvenida".
"Es una decisión extremadamente positiva, nunca hemos
dudado de que hay responsabilidad en todas las cosas terribles que pasaron en
Colonia Dignidad. Hay responsabilidad del Estado de Chile y del Estado alemán,
ni uno ni otro podían desconocer que bajo la dictadura aconteció en materia de
violación de los DDHH", manifestó.
Chile también debe apoyar
Ante esto, esperan que desde nuestro país se realice la
misma señal, que "lamentablemente en este último tiempo no ha participado
con la misma decisión que el año 2017", cuando se constituyó una comisión
binacional entre Chile y Alemania para asumir acciones reparatorias a las
víctimas.
"Creo que el cambio de conducta, de decisión, de
resolución del gobierno alemán hoy día tiene mucho que ver con la toma de
posición de los partidos políticos de Alemania y de los parlamentarios en pro
de no seguir postergando ni ocultando una responsabilidad evidente",
recalcó.
“Está acreditado que el primer militar que llega a Colonia
Dignidad, después del golpe, fue el 13 de septiembre (Manuel Contreras jefe de
la Dina). Ya existía antes una relación de colaboración y posteriormente fue de
manera permanente. Entonces, la colaboración de los dos estados para dilucidar
y encontrar toda la verdad es extraordinariamente relevante porque el estado
alemán tiene relaciones e influencias con los colonos alemanes de los cuales
muchos viven allá”, dijo.
“Lo que se vivió en Colonia Dignidad es un hecho único en la
historia de la represión que hubo. En América Latina, no hay nada parecido a lo
que significó Colonia Dignidad en que el Presidente actual de Alemania lo
compara con un campo de concentración y hace una referencia concreta a un campo
de concentración que existió en Checoslovaquia cerca de Praga. Porque fue un
campo de exterminio, de tortura, de detención y eso es sumamente grave”.
“Entonces, esto no se puede olvidar, es una experiencia
única que el Ejército de Chile, un ejército nacional colabore con colonos
extranjeros para reprimir a connacionales y de manera brutal”, señaló.
Lo que pasó en Colonia Dignidad, remarcó, "nunca más se
debe olvidar. No hay una experiencia en Latinoamérica como la que se vivió en
ese espacio de nuestro territorio nacional".