Se trata de tres
textos sobre la crisis económica y los efectos en Europa; flexibilidad laboral;
y las medidas adoptadas en Reino Unido.
“Crisis Económica Internacional: consecuencias
y medidas en la Unión Europea”, “Flexibilidad Laboral en la Unión Europea” y
“Las Políticas ante la Crisis en el Reino Unido”.
Esos son los nombres
de los tres informes que el hoy ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo,
elaboró en el primer semestre de 2012 para la empresa Asesorías y Negocios del
ex recaudador de las campañas de Michelle Bachelet, Giorgio Martelli.
En el primero de
los documentos, de 21 páginas incluidos los anexos y reseñas, Peñailillo,
además de hacer un repaso de la situación financiera del viejo continente post
crisis del 2008, se centró en los efectos políticos de la misma. En ese punto
detalla: “Siguiendo el informe de la Dirección General de Asuntos Económicos y
Financieros de la Comisión Europea podríamos distinguir tres canales de
transmisión de la crisis fundamentales: El primero de ellos sería, obviamente,
el propio sistema financiero, fuertemente interconectado a nivel global, como
resultado de la creciente globalización y del desarrollo de las NTIC’s
(Tecnologías de la Información y la comunicación). En segundo lugar, habría que
citar los efectos del pinchazo de la burbuja inmobiliaria sobre la confianza de
los agentes que ante la caída de los precios de los activos aumentaron su
ahorro y redujeron su inversión residencial y, en general, en bienes duraderos,
debido, entre otras cosas, a su alta dependencia del crédito. Por último, el tercer canal de transmisión
sería el del comercio internacional, que cayó drásticamente en el último
trimestre de 2008”.
Luego, en el texto,
el ministro enumera algunas medidas de política económica adoptadas por le
Unión Europea. “Tras la caída de Lehman Brothers en octubre de 2008, el BCE, el
Banco de Inglaterra y otros bancos centrales de países no miembros del euro
bajaron sus tipos de interés de intervención de forma coordinada con otros
bancos centrales como la Fed o el Banco Central de Japón”, dice el informe.
Por estos trabajos,
el ahora secretario de Estado giró a la empresa de Martelli cuatro boletas de
honorarios (las 59, 60, 61 y 62), el 31 de enero, 29 febrero, 30 marzo y 4 mayo
de 2012 y recibió un total de $16 millones.
En el segundo
estudio, Peñaillilo se refiere a la flexibilidad laboral en algunas economías
del viejo continente. “La flexibilidad laboral hace referencia a un conjunto de
medidas que se establecen para coordinar la organización de la empresa, el
tiempo de trabajo del empleado, la adquisición de conocimiento y la formación
de los trabajadores y otras medidas que tienen como objetivo adaptar las
organizaciones y los trabajadores a los tiempos de demandas cambiantes.
Asimismo, y desechando la idea de que la flexibilidad sólo se estructura para
permitir facilidades de despedido a los empresarios, ésta se concibe como un
instrumento para poder compatibilizar la vida laboral con la vida personal y
para poder mantener o incrementar la formación académica”, plantea.
En el mismo
documento, de 32 páginas, el ahora secretario de Estado destaca algunos
aspectos de la desregulación del mercado laboral: “El uso de los mecanismos que
aportan flexibilidad laboral se ha ido extendiendo y ha ido ganando terreno a
la organización tradicional del trabajo (...) El aumento de la incertidumbre y
el riesgo, un aumento de la competencia y una necesidad de adaptación al cambio
tecnológico cada vez más rápida, son también determinantes por el lado de la
demanda de esta mayor flexibilidad”.
En el tercero, de los informes, de 29 páginas, el ministro
compara las economías de Polonia y Reino Unido, los efectos que tuvo en ellas
la crisis de 2008 y qué medidas tomaron sus respectivas autoridades para
aminorar el impacto en la población, con el consiguiente efecto en sus
políticas internas.
Francisco Torrealba
/ 05/05/2015