20% del bosque nativo de la Reserva Ñuble se quemó durante el incendi


Primera evaluación del efecto que dejó la emergencia iniciada a fines de febrero, que solo se logró extinguir tras lluvia de abril.
Hasta la Reserva Ñuble llegaron el jueves representantes de Conaf con dos misiones: instalar cámaras trampa para una nueva temporada de detección de huemules en el área silvestre protegida, y analizar los daños que dejó el incendio, desatado a fines de febrero, y extinguido recién en abril.
Impacto sobre bosque nativo y fauna que la Corporación Nacional Forestal busca mitigar a través de una restauración ecológica que ya toma sus primero lineamientos.
“Como dirección regional hemos puesto esta temática, tanto de monitoreo como de restauración ambiental en esta zona, en la Comisión de Medio Ambiente del CORE. Hemos sensibilizado esta situación y ellos nos han planteado qué proyectos o programas específicos pudieran ser financiados”, explicó a LA DISCUSIÓN Rafael Carrasco, director regional subrogante de Conaf.
Explicó que “ya hay un primer acercamiento, de hecho la última reunión la tuvimos el martes pasado, y nos han señalado que debemos presentar planes para la recuperación de la Reserva Ñuble”.
En la zona se afectaron aproximadamente 4.600 hectáreas, dentro de las cuales el 40% es bosque nativo, es decir 2.000 hectáreas. Esto es preocupante para Conaf, porque la reserva tiene 75 mil hectáreas de los cuales 14 mil son bosque nativo, por lo tanto se quemó casi un 15 y 20%, lo que es un daño importante.
Huemules
Ana Hinojosa, encargada del Proyecto Huemul en la Región del Bío Bío, informó en la misma Reserva Ñuble, hasta donde llegó LA DISCUSIÓN, sobre la presencia de huemules en el valle El Blanquillo, y reafirmó la conclusión de que el incendio no afectó a la especie en peligro de extinción.
 “Se hicieron dos prospecciones a pie y tres incluyendo al helicóptero (todas ellas duraron 10 días en total), y el objetivo fue evaluar el posible efecto del incendio sobre las poblaciones de huemul. Se ha encontrado evidencia de la presencia de huemul en el valle El Blanquillo, específicamente en los cerros Montealto y El sol, en donde los rastros encontrados son actuales y un guardaparque incluso tuvo la oportunidad de avistar a una hembra con reproducción”, explicó la experta.
Agregó que “es muy relevante ver que están ahí y que su presencia es relativamente cerca a donde fue el incendio, y que se están reproduciendo, por lo tanto creemos que es un comportamiento bastante normal para la fecha, de modo que se constata que el incendio no les produjo un efecto importante”.
Agregó que le sorprendió “ver huellas de huemul cercanas al incendio, porque estos animales, a diferencia de los del sur, son bastante esquivos y sensibles a los disturbios, por lo que temíamos que se hubieran desplazado a otros lugares, pero no pasó y toleraron bien los ruidos. Es curioso que hayamos encontrados fecas frescas e incluso un asta en El Blanquillo. Lo que sucede es que esta vez tuvimos apoyo de tres guardaparques de Aysén y pudimos hacer un barrido más completo”.
En tanto Alberto Bordeau, jefe del Departamento de Áreas Silvestres Protegidas de Conaf Bío Bío, añadió que tenían “preocupación de que el incendio les hubiera afectado, pero esto no ocurrió; el incendio ni directa ni indirectamente afectó al huemul. Para nuestra tranquilidad el animal se mantiene en la Reserva Ñuble”.
Precisó que ahora tienen que analizar “como fue la severidad del daño, es decir en donde se partirá de cero con la restauración y otros lados en donde se tendrá que actuar de otra manera con las estrategias de trabajo”.

Según Bordeau, el diagnóstico se va a tener que hacer a mediano plazo. “Vamos a juntar a un grupo de estudio con expertos para establecer una estrategia y conseguir los recursos para hacer primero el levantamiento de severidad, y después hacer unas acciones de recuperación que no se haría antes del próximo verano”.

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