En Atacama:
Nieves Mellado,
profesora de Copiapó, es una de las beneficiadas. Perdió la mayoría de los
muebles de su casa.
Tres semanas
después de ocurrida la tragedia en la Región de Atacama, la ayuda en dinero
efectivo de un millón de pesos, para enseres y vestuario, comenzó a
distribuirse ayer entre las familias cuyas casas fueron dañadas por el barro o
quedaron completamente destruidas.
El intendente,
Daniel Llorente, explicó que la primera lista contempla un total de 347 grupos
familiares beneficiados, a quienes “se comenzó a contactar vía teléfono,
indicándoles el día y hora en que deben asistir a la Seremi de Desarrollo
Social para firmar el documento que los califica como beneficiarios”, agregando
que se trata de personas que han sido catastradas a través de la Encuesta
Familiar de Urgencia (FUS), requisito para acceder al beneficio.
En Copiapó, la
noticia fue recibida con expectación por las familias damnificadas. Una de las
beneficiadas es Nieves Mellado, profesora de educación general básica desde
hace 23 años. Es oriunda de Quillota pero se radicó en la capital de Atacama en
el año 2000, cuando llegó hasta la escuela El Chañar junto a sus dos hijos. La
casa que habita es arrendada y a penas resistió el embate del barro que se
filtró por calle La Heras. La mayoría de sus muebles quedaron inservibles
debido al agua con lodo que se coló por la entrada principal, elevando el piso
de madera unos 60 centímetros.
En su casa sólo se
queda su hijo Víctor Contreras, que vigila la vivienda y despeja el barro de
las habitaciones. Nieves se trasladó al departamento del pololo de su hija. “Me
parece una ayuda, no es mucho considerando el costo de vida en Copiapó, pero
algo es algo. En nuestro caso tenemos que ver cómo vamos a usar esa plata,
porque como es un arriendo no sabemos qué va a hacer el dueño. Probablemente lo
use para buscar un lugar para arrendar mientras se ordena la cosa en Copiapó”,
relata la profesora, quien llamó a la autoridad a acelerar la ayuda para
limpiar las viviendas.
La mujer asegura
que la primera asistencia la obtuvo de parientes y amigos, quienes, cuatro días
después del aluvión, llegaron desde la V Región con mercadería, agua y una pala
para despejar el barro. “Esta es la primera ayuda del gobierno que recibo y me
da mucha tristeza porque me siento sobrepasada, porque la gente que tiene nada
o lo perdió todo siempre recibe la ayuda de inmediato, pero nosotros tenemos
que salir por esfuerzo, ¿Por qué? Porque tenemos un título, aunque el sueldo
sea de $ 500 mil. Vengo llegando de un trámite en la caja de compensación para
que me atrasen el pago del crédito que saqué hace años, cuando mi hija estaba
en la universidad”, afirma.
En una situación
similar está Alejandro Valenzuela, un bombero que el 24 de abril cumplirá 30
años, y que quedó sin casa luego que el alud la destruyera por completo tras su
paso por Diego de Almagro. Ahora, junto a su pareja Flor y su hijo Alexander de
dos años, viven en la casa de su suegro,
mientas espera que
“me informen qué va a pasar con mi casa. Desde el aluvión los militares están
en ella tratando de sacar el barro, porque las paredes se rompieron y el agua
se llevó todo. No sé si voy a poder reconstruir ahí”.
El bombero asegura
que el millón de pesos le viene bien y que mientras espera por su futuro hogar
“compraré una cama para nosotros y otra para mi hijo, porque se fueron con el
aluvión. También algo de ropa, porque ese día salimos arrancando con lo puesto.
Alcancé a tomar a mi hijo y a la Flor y dejamos todo”.
Manuel Avalos, vive
en la villa Los Cristales, ubicada entre Copiapó y Paipote. Su casa también
sufrió la entrada del barro, que dejó inutilizable los baños y la cocina. “A
penas me llegue el dinero voy a ver si compro pintura y materiales para
arreglar las puertas y paredes que quedaron con barro. Tratamos de salvar lo
que era de madera y se podía limpiar, el resto lo botamos”, cuenta Avalos,
quien agrega que si bien estos recursos son una ayuda, “no sirve si no despejan
las calles”.
En su pasaje hay
aguas servidas acumuladas que no pueden ser evacuadas, debido a que el lodo
secó selló la salida del pasaje y no permite que circule la filtración del
alcantarillado.
¿Cómo acceder al
bono?
Los tres casos
anteriores deberán esperar el llamado de la autoridad para firmar el registro y
luego presentar dicha validación en BancoEstado. Quienes tengan cuenta RUT, el
bono les será depositado, mientras al resto se le entregará un documento
bancario para ser cobrado en cualquier sucursal de dicha entidad financiera.
El intendente explicó
que “quienes no viven en Copiapó se les notificará la forma de pago. La entrega
se realizará en forma gradual, porque se deben chequear los rut de los jefes de
familia beneficiados”.
El Seremi de
Desarrollo Social, Eric Ordenes, agregó que quienes no han sido catastrados
puede solicitar llenar la encuesta EFU, “luego el personal constata en terreno
la información. La selección se hace después de hacer un cruce de información
con el catastro del Serviu. En los próximos días van a salir nuevas listas”.
por Marjory
Miranda, Copiapó - 15/04/2015