Santiago de Chile,
21 abr (PL) Colmado de ovaciones y de gente que expone lágrimas de emoción sin
ruborizarse, Joan Manuel Serrat llegó a esta capital para volver a conquistar
Chile, un acto simbólico que se dio hoy de forma espontánea.
"Pudiera decir
que soy el hombre más afortunado del mundo cuando recibo estos tributos cuando
lo único que he hecho es cantar, con el corazón, el alma, y muy especial contra
las dictaduras, con Chile y España en primer lugar", comentó.
En declaraciones a
Prensa Latina, Serrat anotó que en un momento dado de su vida era un exiliado
de España y de Chile, "lo cual hoy en día puedo destacar como un gran
privilegio frente a las dictaduras".
Encima canto, que
es un divertimento para mi, y me pagan, comentó para rebajar un tanto las
emociones de este día en el Teatro Municipal de Santiago, donde recibió las
condecoraciones de la alcaldesa metropolitana, Carolina Tohá.
Tohá hilvanó un
bello discurso en el que no pudo sustraerse de las letras del extenso
cancionero del artista catalán, quien confesó a Prensa Latina que no ha pensado
en poner fin a sus conciertos: seguiré mientras la salud me acompañe, acotó.
Hoy puede ser un
gran día, destacó la regidora al admitir que escoger con pinceles las palabras
para homenajear a Serrat la llevó indefectible al repaso de sus composiciones.
Enfundado con
blazer negro y camisa y jean azul, el músico de 71 años de edad y 50 de
carrera, reveló que para trabar una buena e imperecedera amistad con Chile
debió aprender a escoger los vocablos, ante el lenguaje sui-géneris de este
país austral.
Visiblemente
impactado, recibió de manos de la alcaldesa un ejemplar de la publicación
Fortín Mapocho, que en 1988 publicaba una edición sobre el triunfo del No en el
plebiscito, en la cual estampó: Sólo faltó el invitado principal, Joan Manuel
Serrat.
Proscrito por el
dictador Augusto Pinochet ante su férrea oposición a los desmanes del golpe de
estado de 1973, obtuvo hoy un lauro "quizá tardío que merecía desde mucho
antes", como subrayó Carolina Tohá.
Antes fue recibido
con todos los honores en el Palacio de La Moneda por la presidenta de la República,
Michelle Bachelet, de quien dijo: "es una mujer extraordinaria con mucha
capacidad que sabrá resolver los entuertos políticos de Chile".