Muchas casas coloniales no quedarán cien por ciento restauradas, debido a límite del Serviu de hasta 52 metros cuadrados. Sin embargo, los esfuerzos se han centrado en volver a dar vida a ese sector típico de la comuna y reactivar el turismo.
Hablar de la reconstrucción patrimonial de Cobquecura es un tema complejo para sus habitantes. El casco histórico de la comuna, considerado como Zona Típica por el Consejo de Monumentos Nacionales, se llevó la peor parte tras el terremoto del 27 de febrero del 2010, porque mucho de lo que cayó al suelo no tenía grandes posibilidades de ser reparado en su totalidad.
Como una ironía del destino las casas que se dañaron, pero que no cayeron en su totalidad, quedaron desprotegidas de esta suerte de inmunidad patrimonial y ante las presiones por las réplicas que se sucedían periódicamente, muchas fueron inexplicablemente derribadas, hasta que un grupo de arquitectos y vecinos alzó la voz para detener las demoliciones y esperar.
Han pasado más de treinta meses luego que la comuna saltara a la fama por ser el epicentro de uno de los terremotos más agresivos de la historia mundial y la esperada reconstrucción patrimonial, esa que busca proteger las casas de adobe y piedra pizarra, ya comenzó para sus habitantes, tal como lo indicó hace algunas semanas su alcalde, Julio Fuentes.
La directora de Obras de la comuna, Lorena Gutiérrez, confirma la noticia y entrega algunas de las claves de esta reconstrucción. “Se están construyendo 32 viviendas divididas en grupos de 16, más cinco que se han sumado con el tiempo. Estas viviendas nuevas comenzarán a entregarse a partir del 18 de noviembre de este año, para terminar en abril del próximo. En lo que respecta al casco histórico de la comuna, se están rehabilitando 33 casas patrimoniales”, precisa con datos en la mano.
El problema, a ojos de muchos, es que casi la totalidad de las viviendas o casas patronales de adobe no podrán ser reparadas en su cien por ciento, porque el subsidio del Serviu alcanza hasta los 52 metros cuadrados y muchas de ellas sobrepasan a veces los 400 metros cuadrados, considerando su carácter de patronales. Varias familias no cuentan con los recursos necesarios para poder hacerse cargo de estas reparaciones y ven sus viviendas mermadas.
Una realidad a la que deberán acostumbrarse
Para la ex presidenta de la Cámara de Comercio e integrante del Comité de Reconstrucción, Ofelia Concha, el proceso ha sido lento, pero beneficioso para la comuna. “En un comienzo fue lento por el Consejo de Monumentos Nacionales y los instructivos de todo lo que se debía respetar, considerando que el casco histórico es Zona Típica. Las casas patrimoniales se están reconstruyendo manteniendo el estilo al máximo, pero efectivamente, con menor cantidad de metros cuadrados. Para esto, se hizo un compromiso con el Ministerio de Vivienda para poder elevar el subsidio, que llegó a los 22 millones para los 60 metros cuadrados. El resto, debe correr por cuenta de los propietarios”, indica.
Ofelia cuenta que la línea arquitectónica de las casas se está manteniendo a través de materiales como ladrillo, pilares de acero, cemento, cadenas y ventanas alargadas. “Son varias las casas nuevas que se están levantando de la mano de varias constructoras. Este último tema también costó, porque no había empresas que se quisieran hacer cargo de estas reconstrucciones por las exigencias que tienen las casas. Por este motivo, de cada una de ellas se hizo un registro y levantamiento acorde a las necesidades particulares. Yo diría que el casco histórico ya no será lo mismo, pero soy testigo del esfuerzo por dejarlo de la mejor forma posible. Como empresarios hemos recibido grandes aportes para poder seguir sosteniendo el turismo. Además, hay proyectos de mitigación en la costanera, además de otros para la calle central, como tendido eléctrico subterráneo. Ha sido un proceso lento, pero estamos optimistas”, agrega.
La empresaria advierte, además, que han recibido apoyo de otros estamentos, como el Sernatur, que hace algunos meses declaró a Cobquecura como Zona de Destino Turístico, apoyando al litoral de Ñuble con la promoción necesaria para los turistas que desean conocer las bondades de esta tierra.
Sin ir más lejos, para esta semana de vacaciones por Fiestas Patrias, la capacidad hotelera tanto de Cobquecura como de Buchupureo estaba funcionando a su capacidad máxima. “Conozco a varias personas que arrendaron sus casas porque llegaban turistas y ya no quedaba alojamiento”, agrega Ofelia
Hablar de la reconstrucción patrimonial de Cobquecura es un tema complejo para sus habitantes. El casco histórico de la comuna, considerado como Zona Típica por el Consejo de Monumentos Nacionales, se llevó la peor parte tras el terremoto del 27 de febrero del 2010, porque mucho de lo que cayó al suelo no tenía grandes posibilidades de ser reparado en su totalidad.
Como una ironía del destino las casas que se dañaron, pero que no cayeron en su totalidad, quedaron desprotegidas de esta suerte de inmunidad patrimonial y ante las presiones por las réplicas que se sucedían periódicamente, muchas fueron inexplicablemente derribadas, hasta que un grupo de arquitectos y vecinos alzó la voz para detener las demoliciones y esperar.
Han pasado más de treinta meses luego que la comuna saltara a la fama por ser el epicentro de uno de los terremotos más agresivos de la historia mundial y la esperada reconstrucción patrimonial, esa que busca proteger las casas de adobe y piedra pizarra, ya comenzó para sus habitantes, tal como lo indicó hace algunas semanas su alcalde, Julio Fuentes.
La directora de Obras de la comuna, Lorena Gutiérrez, confirma la noticia y entrega algunas de las claves de esta reconstrucción. “Se están construyendo 32 viviendas divididas en grupos de 16, más cinco que se han sumado con el tiempo. Estas viviendas nuevas comenzarán a entregarse a partir del 18 de noviembre de este año, para terminar en abril del próximo. En lo que respecta al casco histórico de la comuna, se están rehabilitando 33 casas patrimoniales”, precisa con datos en la mano.
El problema, a ojos de muchos, es que casi la totalidad de las viviendas o casas patronales de adobe no podrán ser reparadas en su cien por ciento, porque el subsidio del Serviu alcanza hasta los 52 metros cuadrados y muchas de ellas sobrepasan a veces los 400 metros cuadrados, considerando su carácter de patronales. Varias familias no cuentan con los recursos necesarios para poder hacerse cargo de estas reparaciones y ven sus viviendas mermadas.
Una realidad a la que deberán acostumbrarse
Para la ex presidenta de la Cámara de Comercio e integrante del Comité de Reconstrucción, Ofelia Concha, el proceso ha sido lento, pero beneficioso para la comuna. “En un comienzo fue lento por el Consejo de Monumentos Nacionales y los instructivos de todo lo que se debía respetar, considerando que el casco histórico es Zona Típica. Las casas patrimoniales se están reconstruyendo manteniendo el estilo al máximo, pero efectivamente, con menor cantidad de metros cuadrados. Para esto, se hizo un compromiso con el Ministerio de Vivienda para poder elevar el subsidio, que llegó a los 22 millones para los 60 metros cuadrados. El resto, debe correr por cuenta de los propietarios”, indica.
Ofelia cuenta que la línea arquitectónica de las casas se está manteniendo a través de materiales como ladrillo, pilares de acero, cemento, cadenas y ventanas alargadas. “Son varias las casas nuevas que se están levantando de la mano de varias constructoras. Este último tema también costó, porque no había empresas que se quisieran hacer cargo de estas reconstrucciones por las exigencias que tienen las casas. Por este motivo, de cada una de ellas se hizo un registro y levantamiento acorde a las necesidades particulares. Yo diría que el casco histórico ya no será lo mismo, pero soy testigo del esfuerzo por dejarlo de la mejor forma posible. Como empresarios hemos recibido grandes aportes para poder seguir sosteniendo el turismo. Además, hay proyectos de mitigación en la costanera, además de otros para la calle central, como tendido eléctrico subterráneo. Ha sido un proceso lento, pero estamos optimistas”, agrega.
La empresaria advierte, además, que han recibido apoyo de otros estamentos, como el Sernatur, que hace algunos meses declaró a Cobquecura como Zona de Destino Turístico, apoyando al litoral de Ñuble con la promoción necesaria para los turistas que desean conocer las bondades de esta tierra.
Sin ir más lejos, para esta semana de vacaciones por Fiestas Patrias, la capacidad hotelera tanto de Cobquecura como de Buchupureo estaba funcionando a su capacidad máxima. “Conozco a varias personas que arrendaron sus casas porque llegaban turistas y ya no quedaba alojamiento”, agrega Ofelia