Pequeños agricultores de Ñuble acaparan producción frambuesera

Indap a nivel provincial ha iniciado una agresiva campaña de capacitación para los frambueseros, que busca potenciar este berrie, que es ya casi patrimonio exclusivo de los pequeños productores.
Se trata de una iniciativa consecuente, ya que en forma natural en la última década los productores chicos han hecho suyo este fruto, llegando a manejar el 90% de la producción a nivel provincial.
Así lo confirmó Jorge Salvo, encargado regional de berries del instituto, quien cuantificó en unos 2 mil los pequeños productores de la provincia, que se concentran en las comunas de Ñiquén, Coihueco y San Carlos. El profesional de Indap señaló que desde hace una década los grandes productores de este berrie se fueron cambiando a otros más rentables como el arándano, debido al encarecimiento y la escasez de mano de obra. En tanto los pequeños, que cuentan con acceso a mano de obra familiar, hicieron suyo este cultivo, que es rápido (está produciendo al año de ser plantado) y es más barato.
El Estado está apoyando a estos productores en distintos segmentos y los clasifica como básicos, a los que cuentan con menos de media hectárea; como intermedios a quienes cultivan hasta 1,5 has y como avanzados a los que están sobre esta última superficie. Los niveles de capacitación se administran en los Servicios de Asistencia Técnica, SAT Emprendedores, en el Programa de Alianzas Productivas con las industrias, y a los más pequeños a través de Prodesal.
En este andar junto a los productores, Salvo señala que se detectó que hay problemas generalizados que arreglar, partiendo por el aspecto genético; de manejo del cultivo y temas relacionados con el control de malezas. Con este diagnóstico se inició a nivel local este año un programa de capacitación de alto nivel, con profesionales expertos, que ha despertado gran interés en los productores. En las dos sesiones realizadas hasta se han reunido cerca de 200 agricultores por taller.
Uno de los grandes problemas de los productores es el tema de genética, ya que cuentan con huertos que tienen 5 o más años, que van reproduciendo con las mismas plantas, y que ya están obsoletos. “Se trata de huertos que producen del orden de 5 mil kilos por hectárea, lo que es antieconómico. La idea es darles apoyo para que incorporen nueva genética y lleguen a producir 8 a 10 mil kilos, lo que les permite ser competitivos”, detalló.
Consultado por qué no se trabaja para introducir el arándano y otros berries más rentables a los pequeños productores, señala que eso también está considerado en este programa, ya que la idea es que los productores diversifiquen su producción. Señala que hasta hace poco era difícil que los pequeños productores pensaran en arándanos, porque el costo de establecer un huerto estaba cercano a los 10 millones por hectárea, y además demoran unos cuatro años para entrar en plena producción. Pero la situación ha cambiado y ahora la venta de plantas de arándanos ha bajado a un tercio de su valor.
La diversificación en todo caso no apunta a un solo berrie, sino a contar con distintos cultivos, que permitan a los productores sortear mejor años en que algunos berries se ven complicados.
En la sala de eventos de la Sociedad de Empleados de Comercio se realizó el segundo ciclo de capacitación para frambueseros, que apuntó al manejo de malezas en el huerto, a cargo de Rodrigo Figueroa, director del Departamento de Ciencias Vegetales de la Universidad Católica. El ciclo de capacitación se extenderá por todo el año. Se informó además que un grupo de usuarios de Indap asistirá el jueves 8 al Taller Internacional de Berries en Talca.
Fuente: La Discusión

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