03-03-2012.- “Yo no se cual es el motivo. Aquí dicen que se maltrataba a los abuelos y yo jamás nunca vi algo así. Yo he sido bien atendido y todos los que estamos aquí. Yo no se porque pasa esto, por lo que veo clausuraron aquí”.Manuel Jesús Almarza Vásquez, de 45 años, nos habla mientras permanece su pieza de la que considera su casa, tras vivir dos episodios en los últimos días, la inspección posteriormente el jueves cuando volvieron a clausurar el hogar “Padre Pio” ubicado en Luis Acevedo 490 en el sector ultra estación de esta ciudad.
Mire yo estuve hospitalizado pro una depresión y me buscaban donde dejarme y por suerte me trajeron aquí donde esta es mi casa, la señorita Roxana es como una madre para todos los que3 estamos aquí.
Se le ve bien, con ripa limpia y en una habitación que tiene las comodidades normales. Lejos está la imagen de un hombre que vivió en la calle y que fue rescatado desde una garita confundió entre la depresión y el alcohol y que gracias a un tratamiento y el apoyo de un programa hospitalario se logró recuperar, en cierto grado, ya que el proceso no está terminado.
Manuel Almarza, deambulaba antes en silla de ruedas por las calles en precarias condiciones y el invierno pasado fue rescatado desde una garita donde estaba durmiendo, para llegar al hogar donde lleva 5 meses y que ayer fue clausurado pro el servicio de salud en una acción que no entrego solución a todos los habitantes de la casa, sino que dejo a enfermos mentales y desamparados, que no eran ancianos , en una situación de incertidumbre, que ni siquiera la dueña de la casa, Rosana Fritz tiene respuesta aun.
La situación de los ancianos y los enfermos que viven en estos hogares se origina en un abandono familiar y a la escasa respuesta del sistema. ni el sistema tiene respuesta. Varios de ellos tienen familiares que les han olvidado, como lo ha comprobado una asistente social del programa “vinculo” que le tocó conocer la respuesta de los familiares frente al abandono o de sus familiares ancianos.
Por otra parte en san Carlos existen a los menos unas 4 casas de acogida que de manera irregular se hacen cargo de estos ancianos y personas abandonadas, percibiendo sus precarias pensiones con lo cual lograr sobrevivir.
