Comentario:
Escribe: Mario Iván San Martín Aliaga.
95 años cumplirá el decano de los clubes deportivos de nuestra ciudad, y aún cuando mi propósito al escribir es evitar referirme a situaciones del pasado, en esta ocasión hablaremos de las organizaciones deportivas.
Antes , aclaro que mi intención de no referirme al pasado es por una cuestión de vivencia diaria. En casi todos los foros sociales la tendencia local es ha referirse a hechos, situaciones y personajes del pasado, y en escasas oportunidades el dialogo gira en torno al diseño de los años venideros. La frase “ todo tiempo pasado fue mejor” pareciera que en San Carlos tiene efectos somníferos o provoca una relajada tranquilidad algo así como “lo de hoy no es mi tema y del futuro que se encarguen otros”.
Bien, volvamos al inicio, en los próximos días cumplirá 95 años el Club Deportivo “Caupolicán”, es un viejo club que ha llegado a su “tercera edad” y cuya “ pensión” de vejez es “similar a la mayoría de nuestros viejos”. La situación financiera y, especialmente, de organización. es preocupante porque , al igual que la mayoría de los clubes, el estilo de organización no se condice con los momentos que hoy se viven y el ciudadano común perdió su participación en la comunidad y su deseo de practicar el deporte y la amistad, colaborando de paso con una institución.
Los repetidos dirigentes de San Carlos, en todos los ámbitos, se ven enfrentados a un desánimo e indiferencia casi total. Una escasa participación y menor colaboración mantiene hoy a la mayoría de los clubes en situación de preocupación y no son pocos los que se sostienen en uno o dos dirigentes.
El sistema deportivo, Chile Deportes, acoge sólo postulaciones a actividades recreativas, competitivas, formativas y de infraestructura, además de capacitación. No caben en este sistema recursos para mantener o financiar a las instituciones deportivas, las cuales deben autogestionarse, lo que es imposible de lograr solo mediante cuotas sociales, rifas y beneficios.
La macro-realidad nos muestra una salida: no pocos están comprando acciones de la sociedad anónima “Blanco y Negro”. No digo que se haga lo mismo, pero crear un plan es mejor que quedarse quieto mirando los estantes llenos de trofeos.
Ver un enfoque nuevo, con otra perspectiva no es una locura.Por lo descrito es que, no podemos solo enviar un saludo a los clubes en su aniversario, en este caso con especial cariño a Caupolicán, tenemos que manifestar opinión y sin pretender señalar culpabilidades personales, entender que son otros los tiempos que hoy corren y todos, también los clubes deportivos, debemos adaptarnos a los cambios.
Escribe: Mario Iván San Martín Aliaga.
95 años cumplirá el decano de los clubes deportivos de nuestra ciudad, y aún cuando mi propósito al escribir es evitar referirme a situaciones del pasado, en esta ocasión hablaremos de las organizaciones deportivas.
Antes , aclaro que mi intención de no referirme al pasado es por una cuestión de vivencia diaria. En casi todos los foros sociales la tendencia local es ha referirse a hechos, situaciones y personajes del pasado, y en escasas oportunidades el dialogo gira en torno al diseño de los años venideros. La frase “ todo tiempo pasado fue mejor” pareciera que en San Carlos tiene efectos somníferos o provoca una relajada tranquilidad algo así como “lo de hoy no es mi tema y del futuro que se encarguen otros”.
Bien, volvamos al inicio, en los próximos días cumplirá 95 años el Club Deportivo “Caupolicán”, es un viejo club que ha llegado a su “tercera edad” y cuya “ pensión” de vejez es “similar a la mayoría de nuestros viejos”. La situación financiera y, especialmente, de organización. es preocupante porque , al igual que la mayoría de los clubes, el estilo de organización no se condice con los momentos que hoy se viven y el ciudadano común perdió su participación en la comunidad y su deseo de practicar el deporte y la amistad, colaborando de paso con una institución.
Los repetidos dirigentes de San Carlos, en todos los ámbitos, se ven enfrentados a un desánimo e indiferencia casi total. Una escasa participación y menor colaboración mantiene hoy a la mayoría de los clubes en situación de preocupación y no son pocos los que se sostienen en uno o dos dirigentes.
El sistema deportivo, Chile Deportes, acoge sólo postulaciones a actividades recreativas, competitivas, formativas y de infraestructura, además de capacitación. No caben en este sistema recursos para mantener o financiar a las instituciones deportivas, las cuales deben autogestionarse, lo que es imposible de lograr solo mediante cuotas sociales, rifas y beneficios.
La macro-realidad nos muestra una salida: no pocos están comprando acciones de la sociedad anónima “Blanco y Negro”. No digo que se haga lo mismo, pero crear un plan es mejor que quedarse quieto mirando los estantes llenos de trofeos.
Ver un enfoque nuevo, con otra perspectiva no es una locura.Por lo descrito es que, no podemos solo enviar un saludo a los clubes en su aniversario, en este caso con especial cariño a Caupolicán, tenemos que manifestar opinión y sin pretender señalar culpabilidades personales, entender que son otros los tiempos que hoy corren y todos, también los clubes deportivos, debemos adaptarnos a los cambios.