Consejos clave para prevenir una de las enfermedades más frecuentes en gatos


Salud renal felina

Las enfermedades renales crónicas afectan a un alto porcentaje de gatos y suelen avanzar sin síntomas evidentes. La detección precoz, a través de exámenes desde los 8 años, junto con una dieta adecuada, buena hidratación y tratamientos específicos, son claves para cuidar su salud renal y prolongar su calidad de vida.

Santiago, agosto de 2025 - Aunque muchas veces pasa desapercibida, la enfermedad renal crónica es una de las patologías más frecuentes en gatos. El problema no es solo su alta incidencia, sino también su evolución silenciosa: cuando aparecen los primeros síntomas visibles, el daño renal suele ser avanzado.

Por eso, para la Dra. Sara Zúñiga, médica veterinaria con dedicación exclusiva a la nefrología en pequeños animales y presidenta de la Sociedad Chilena de Nefro Urología Veterinaria, el diagnóstico temprano es una herramienta fundamental. “Un gato de 15 años probablemente ha estado expuesto a múltiples lesiones a lo largo de su vida: enfermedades cardiovasculares, endocrinas e intestinales… todo eso termina afectando al riñón”, comenta la especialista. “Por eso, desde los ocho años, deberíamos comenzar con chequeos regulares de orina y sangre para detectar cualquier alteración antes de que avance”.

Enfermedades silenciosas, abordajes integrales

La Dra. Zúñiga enfatiza que las enfermedades renales felinas suelen tener un origen multifactorial, es decir, pueden estar vinculadas a distintas afecciones previas o crónicas. Además, explica que hay enfermedades glomerulares específicas - que afectan una parte muy puntual del riñón - que han sido subvaloradas, especialmente en gatos con enfermedades infecciosas o inmunológicas, como el virus de la inmunodeficiencia felina.

En ese contexto, el manejo debe ser integral. “El tratamiento no es solo farmacológico. Requiere una buena dieta, control del consumo de agua, seguimiento clínico y exámenes periódicos. El objetivo no es solamente detener la progresión, sino cuidar el riñón antes de que empiece a fallar”, explica.

Uno de los avances recientes en Chile ha sido la llegada de Semintra®, un medicamento de uso veterinario de Boehringer Ingelheim, ya consolidado en Europa, que permite tratar la proteinuria, un signo frecuente y clave de deterioro renal. “Durante mucho tiempo se tuvo que mandar a preparar este fármaco de forma magistral, lo que podía retrasar el inicio del tratamiento. Hoy lo tenemos disponible y eso hace una gran diferencia, porque la proteinuria no solo refleja daño, sino que acelera la progresión de la enfermedad renal”, comenta Zúñiga. 

Una especialidad aún en desarrollo

Uno de los mayores desafíos para la nefrología veterinaria en Chile es la escasez de especialistas formados formalmente en esta área. “Hoy no existen programas locales oficiales de especialización en nefrología veterinaria, lo que limita el acceso a conocimientos más profundos”, señala la Dra. Zúñiga. Esta carencia también incide en la disponibilidad de tratamientos y alimentos terapéuticos, que muchas veces tardan años en llegar al país.

A pesar de ello, la doctora ve con optimismo el avance de la medicina felina en Chile. “Hay cada vez más interés en los profesionales, y espacios como Cats in Chile son una excelente plataforma para difundir conocimientos y visibilizar las necesidades de los pacientes felinos. El camino es largo, pero vamos bien encaminados”, concluye la especialista.

¿Cómo cuidar la salud renal de tu gato?

La Dra. Sara Zúñiga entrega tres recomendaciones fundamentales para tutores preocupados por el bienestar de sus gatos:

  1. Fomentar el consumo de agua: “Los gatos son muy eficientes para concentrar la orina, lo que significa que tienden a beber poca agua. Eso los hace más susceptibles a formar cristales o cálculos, y a sufrir lesiones renales.”
  2. Ajustar la alimentación de cada paciente: “No existe una mejor comida universal. Cada gato tiene necesidades distintas, y eso debe evaluarse con un veterinario. La nutrición adecuada puede prevenir muchas enfermedades crónicas.”
  3. Estar atentos a cambios de comportamiento: “El aumento de la sed, la pérdida de apetito, baja de peso, cambios en la orina o en la frecuencia con la que usan su arenero, son señales que ningún cuidador debiese pasar por alto.”

Detectar a tiempo, tratar de forma integral y personalizar el cuidado: esa es la fórmula que hoy permite a cada vez más gatos vivir una vida larga y saludable, incluso con una condición crónica. Como concluye la Dra. Zúñiga es que “el foco debe estar en anticiparse. Cuidar el riñón desde antes de que empiece a fallar, es sin duda, el mejor tratamiento posible”.

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