Reclama atención de empresa de telefonía local


Mi nombre es Viviana Angelica Sepúlveda Quezada, y en este documento relato los hechos ocurridos en la sucursal Entel de San Carlos, Región de Ñuble.

El día 23 de diciembre del 2024 me dirijo a la sucursal Entel San Carlos ubicada en Serrano #400 para que me puedan resolver unas dudas de una boleta pendiente, ese día iba acompañada de mi padre, adulto mayor de 93 años, y eran las 8:57, el horario de apertura decía a las 9:00, esperamos hasta esa hora, pasaron algunos minutos donde no abrían por lo que procedo a golpear la puerta, ya que era el horario de apertura y no se presentaba nadie todavía, dieron las 9:04 y se acercó un vendedor de nombre Alejandro Morales con evidente molestia que se reflejaba en su rostro, le explico lo que necesitaba, y el tan solo me da un papel con un número, ya que me dijo que debía llamar para solucionar mi problema. 

Una vez estando en mi domicilio, llamé desde mi celular y no pude obtener solución al problema, ya que al llamar me dirigía a contestadores de Movistar, compañía actual de mi teléfono personal. 

Al no obtener solución, al día siguiente volví a acercarme a la sucursal de Entel, donde me atiende una vendedora, la cual desconozco su nombre, y le intento explicar lo sucedido el día de ayer, en ese momento le indiqué que el día anterior sentí que no me atendieron de buena manera y ella de forma inmediata se dirige a su compañero Alejandro diciéndole “Alejandro, ¿tu atendiste de mala forma a la señora?” a lo cual Alejandro responde que no, que él no estaba molesto, por lo que yo digo que yo lo percibí molesto, a lo que la vendedora me dice “usted señora golpeaba de forma insistente la puerta y nosotros estábamos en reunión”, y yo le indiqué que no tenía cómo saber que se encontraban en reunión, cabe recalcar que empecé a golpear la puerta desde las 9:00, el cual es el horario de apertura, donde me encontraba con mi padre adulto mayor esperando afuera bajo todo el sol, luego Alejandro reconoció que sí estaba molesto el día anterior. Posteriormente, continuando con la atención la vendedora se notaba evidentemente molesta y sin predisposición de ayudarme, intenté explicarle a la vendedora que hice la llamada al número que me dio Alejandro el día anterior y que me dirigía a la contestadora de Movistar, por lo que ella me pregunta si mi teléfono es de compañía Movistar a lo cual yo contesto que sí, por lo que ella me dice “es que hay que tener dos dedos de frente para no darse cuenta que hay que llamar desde un teléfono Entel”, me sentí atacada verbalmente por ambos vendedores, ya que empezaron a decirme que ellos tenían todo el derecho de negarme la atención en el local si es que ellos querían. Después de eso, salí del local pensando en lo que había pasado y en la situación vivida, me sentí violentada y agredida verbalmente por parte de ambos vendedores, ya que me trataron de ignorante, de violenta, y me negaron la atención en el local. 

Más tarde, durante el mismo día, luego de reflexionar lo que había sucedido, pensando que yo tuve la falta en mi forma de actuar, por lo que como persona humana me dirigí al local para pedir disculpas correspondientes, ya que yo nunca he sido una persona problemática. Una vez llegué al local, tenían la puerta principal cerrada con llave, por lo que me tocó esperar afuera bajo el sol, yo podía mirar hacia dentro que se encontraba la vendedora desocupada y aun así no se dirigía a abrirme la puerta, una vez que llegaron más clientes abrió la puerta, ahí también entré yo. Una vez dentro, me dirijo a ella solicitando hablar con ambos para pedir las disculpas correspondientes, empiezo a hablar, y ella inmediatamente responde “no tengo nada que hablar con usted, retírese” de forma prepotente y haciendo un ademán con las manos como alejándome, yo le indico que solamente vengo a pedirle disculpas y ella solo responde “retírese, yo no quiero sus shows” a lo que procede a echarme del local sin yo obtener ninguna respuesta ni del problema por lo que iba en primera instancia ni de las disculpas que quería ofrecerles.

Luego de esta situación, me sentí muy vulnerada tanto como persona y como clienta, ya que ellos en ningún momento tuvieron la predisposición de ayudarme, a pesar de que yo intenté revertir la situación, me negaron la atención en todo momento, incluso llegando a echarme del local, me dijeron que si me acercaba al local nuevamente ya no me iban a atender, en ningún momento los ofendí, ni fui violenta.

Espero que esta situación no vuelva a suceder ni conmigo ni con nadie más, ya que fue una situación sumamente desagradable, yo como cualquier otra clienta merezco ser atendida y tratada con respeto y dignidad, personas como ellos no deberían trabajar atendiendo público, ya que evidentemente no tienen las herramientas para manejar situaciones conflictivas.  

Viviana Angelica Sepúlveda Quezada

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