LOCAL.- En 2010 la Iglesia católicade San Carlos ubicada frente a la Plaza de Armas sufrió daños estructurales tras el terremoto. En 2014, luego de derrumbarse, se levantó un nuevo templo y hasta el día de hoy siguen pendiente algunas terminaciones.
Consultado sobre el hecho, Francisco Jiménez, párroco de la Parroquia San Carlos Borromeo, expresó que “es algo muy significativo, ya que el templo es el lugar de culto y de alabanza que tienen los sancarlinos para adorar a Dios. Por falta de recursos económicos no se ha llegado a feliz término con las terminaciones que aún quedan por ejecutar. No obstante, seguimos avanzando y ahora estamos realizando un pintado interior y queremos también concretar el pintado exterior, y gracias a la donación que hemos recibido podremos tener el templo pintado, si Dios quiere, antes de Navidad”.
Es menester mencionar que la parte baja será pintada por las mujeres sancarlinas que se capacitaron en programa Pintoras Dueñas de Casa. A ellas se les impartieron instrucciones respecto al tema de pintado, técnicas y conocimientos sobre la impermeabilización. Como proyecto final se acordó terminar de pintar la iglesia en la zona baja. La obra abarca solo el pintado de la fachada y la aplicación de pastas exteriores. En la cruz se aplicará base coat, ya que el cemento de la cruz quedo muy rugoso. Al aplicar este producto, la cruz quedará en condiciones para ser empastada y pintada.
“Un templo es el ícono de la Iglesia que peregrina en San Carlos. Es lo más significativo y por supuesto todo templo siempre es el orgullo para quienes son parte de la Iglesia, dado que ahí han recibido la vida sacramental, como el bautismo, la comunión, la confirmación, el matrimonio y también las exequias, que es la despedida para ir a la casa del padre. Además, es el lugar donde se celebra la eucaristía los días sábado y domingo”, agregó el cura Francisco Jiménez, quien lleva 31 años al servicio de la iglesia diocesana.
Desde el día lunes está trabajando la maquinaria que está empastando y pintando la zona alta de la fachada de la iglesia que alcanza los 20 metros. A cargo de la obra hay profesionales certificados para pintar y trabajar en altura.
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