LOCAL.- Los cajeros automáticos son una parte esencial de la infraestructura bancaria moderna y tienen una gran importancia tanto para las instituciones financieras como para los usuarios que desean retirar dinero en efectivo.
En San Carlos, solo existen ocho cajeros automáticos. Cuatro de ellos pertenecen a instituciones bancarias, dos se emplazan en supermercados, uno en farmacia y el más lejano se encuentra en una estación de servicio.
Tras el término de las operaciones bancarias en el horario laboral, dos bancos cierran sus cajeros automáticos, dejando solo uno en funcionamiento. Mientras que los instalados en los supermercados se mantienen abiertos al público durante casi todo el día, al igual que el de la farmacia. El que está en la estación de servicio se encuentra operativo las 24 horas.
Ante los escasos cajeros automáticos en funcionamiento, ya que alguno que operan hasta más tarde no siempre cuenta con dinero, los sancarlinos han manifestado su malestar por esta situación.
Sobre el tema, Carmen Fuentes, expreso que “como clienta del Banco Estado no entiendo por qué los cierran tras terminar el día. Ante una emergencia no se puede retirar dinero. Ojala los vuelvan a operar durante toda la noche, como era antaño”.
En la misma línea, Francisco Álvarez, quien retiraba dinero en el cajero de la farmacia, reveló que “es una pésima situación, ya que las personas, sobre todo el fin de semana, cuando quiere retirar dinero, no encuentra un cajero para ejecutar esa operación. Además, hay que pararse en la fila para poder retirar dinero del cajero y cuando la guardia se va a colación no se puede usar el cajero”.
Consultado sobre la problemática, María Fuentes declaró que “ante la falta de cajero automático, como clienta de Banco Estado no queda otra que buscar una caja vecina. Lamentablemente, los fines de semana no siempre están abiertas y en ocasiones no tienen mucho cupo para girar. Ojala los bancos dispongan el uso de los cajeros durante todo el día”.
Un funcionario de Banco Estado, off the record, explicó que “el cierre de los cajeros automáticos comenzó con la pandemia, ya que encontraban gente durmiendo con perros. Se encontraban sucios y con mal olor. Además, en ServiEstado, la cortina cierra en su totalidad toda la sucursal”.