AGRO.- El proyecto liderado por Richard Bastías, docente del Departamento de Producción Vegetal de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción (UdeC), junto al ingeniero agrónomo Ignacio Urra, tiene como objetivo definir las mejores técnicas para que los productores cereceros de Osorno optimicen la producción de cerezas bajo techo.
Desafíos climáticos en Osorno
La producción de cerezas en Osorno se realiza bajo techo debido a las condiciones climáticas adversas, lo que obliga a los agricultores a utilizar techos protectores. Esta modalidad presenta desafíos únicos que requieren soluciones innovadoras. Chile, como líder en la exportación de cerezas en el hemisferio sur, ve en el sur del país una alternativa rentable para los agricultores, pese a las condiciones más complejas.
Investigación y ensayos
Según Bastías, el equipo está visitando a tres productores con superficies extensas de cerezos para realizar ensayos de investigación. "Esto es algo inédito, porque como Universidad de Concepción es la primera vez que vamos a trabajar en la Región de Los Lagos en esta materia", comentó Bastías. El enfoque del estudio es mejorar la calidad y condición de las cerezas producidas bajo techo, prestando especial atención a los niveles de azúcar en los frutos.
Convenio y colaboración
El trabajo de estos expertos es fruto de un convenio entre la UdeC y la empresa AcciónFruit, que permite asistir a un Grupo de Transferencia Tecnológica (GTT) de cerezas en Osorno. Este intercambio de opiniones, técnicas y aprendizajes es fundamental para transferir conocimiento y experiencia a los estudiantes de Agronomía, abriendo nuevas oportunidades laborales.
Soluciones para una mejor producción
El equipo busca entregar alternativas para mejorar la producción de calidad. Se están evaluando técnicas de apertura y cierre de techos y el manejo fisiológico de los árboles para revertir el problema del bajo nivel de azúcar en las cerezas. "La menor disponibilidad de luz solar en la zona, caracterizada por muchos días nublados, se ve acrecentada al usar techos", explicó Bastías. Los estudios actuales incluyen el uso de sensores de luminosidad, temperatura y humedad relativa, además de técnicas de manejo fisiológico para mejorar el contenido de azúcar en las cerezas.