El yoga es una disciplina ancestral originaria de la India que combina posturas físicas, técnicas de respiración y meditación para promover el bienestar físico, mental y espiritual.
En San Carlos, la instructora certificada de Yoga, Carolina Paz María, a sus 45 años describió sus inicios en esta disciplina, los desafíos, beneficios, estrategias y experiencias vividas gracias al Yoga.
En relación a sus inicios, Carolina Paz María, fundadora de EsPazcio, recordó que “mi primera etapa de vida era un mundo completamente lleno de estrés, lleno de dolencias físicas, emocionales, depresiones, debido a mi trabajo como ingeniera comercial, asesorando empresas y abordando temas bancarios. Llegó un punto de inflexión en mi vida en que dije, ya no puedo más. En un colegio tuve la oportunidad de realizar un reemplazo en el área de contabilidad, administración y todo lo relacionado. Esa experiencia con la educación me marcó. Tras las experiencias con la enseñanza y con un deseo, inexplicable, tomé la decisión de formarme como instructora de yoga, ya que me ofrecía la posibilidad de entrar al mundo de la educación”.
Desde los 13 años interesada por la meditación y la metafísica, Carolina, madre de tres “seres humanos maravillosos”, relató que “me atreví a cruzar el río y quemé los barcos, ya que en 2019 gané una licitación del Hospital de San Carlos para ejercer como monitora de yoga. Aun sin mi certificación, pero con mucha confianza, apoyo de mi instructor y de los profesionales del Cosan, comencé a trabajar en programas institucionales. En vista de que no se veía gente que practican yoga en San Carlos, empecé a recorrer la comuna, llegué al municipio, quienes me conectan con el proyecto Pipa Vainilla, que se desarrollaba en casa de Mile Mavrosky. Allí comencé a practicar la disciplina con las primeras alumnas. Para posicionarme realicé hasta clases gratuitas en juntas de vecinos, ferias y donde me decían iba. Sabía que estaba sembrando, de a poquito, para que me fueran conociendo”.
En Pandemia, Carolina Vergara, reconoció que “tras salir de Pipa Vainilla, arrendé un local en Vicuña Mackenna porque comencé a tener más alumnas. No obstante, en vista de las medidas restrictivas y sabiendo que debía hacer algo, tuve alumnas en ese período que íbamos como al clandestino de yoga”.
Consultada por los beneficios de esta disciplina, la instructora de yoga, explicó que “cuando tú practicas yoga, presentas cambios positivos en tu estado mental y emocional. Esto es fundamental para tu sistema inmunológico. A través del yoga se enseña a respirar distinto, a moverse, ganar movilidad y equilibrio. Es tan amplía la gama de beneficios que te ofrece el yoga, ya que llegan personas con fibromialgia, hernias lumbares, depresiones fuertes, una lesión de rodilla. Todos pueden practicar yoga, porque se trata de ser consciente de ti.
Sobre quiénes practican yoga en San Carlos, la fundadora de EsPazcio, detalló que “en su mayoría son mujeres. Hay hombres y también personas de la tercera edad. En general, el mayor grupo son mujeres, ya que culturalmente nos preocupamos más de la salud mental y emocional. Aparecen alumnos hombres que vienen un mes, dos meses y luego se restan, porque, por lo general, están solitos. Hay ciertos valientes que vienen un par de clases principalmente porque están con mucho dolor físico, mucha contracción muscular, lesiones o porque están con alto nivel de estrés”.
Cabe destacar que en San Carlos hay más instructoras, pero no cuentan con un espacio físico establecido para dictar clases de yoga. Entre los diferentes variantes de yoga, Carolina Vergara ofrece aeroyoga, sonoterapia, flowback y mentoría.
En respuesta a los costos, la propietaria de EsPazcio, detalló que “las clases están desde los $7.000, que sería una clase suelta. También se puede contratar 4 clases al mes por $26.000, 8 clases al mes por $37.000, puedes contratar una membresía full por $60.000. Esta te da derecho a participar de todas las clases, todos los estilos, todos los horarios”.
“Vas aprendiendo a reconocer tus límites, a respetarlos, y desde ese respeto, vamos trabajando en ampliar el límite, recuperando el movimiento físico, pero al mismo tiempo, nos ocupamos de las emociones que están ahí generando ese desequilibrio. Una sesión de yoga la dura entre una hora y una hora quince minutos y se puede comenzar a practicar desde los 5 años”, agrego Carolina sobre la materia.
Por último, la instructora recalcó que “he observado en estos 5 años que hay una gran masa de mujeres entre 45 y 65 años que están interesadas en practicar yoga, luego de explorar distintas áreas, institucionales, públicos - privadas, clases particulares, clases grupales y juntas vecinales. La gran masa que, que por su condición socioeconómica o incluso cultural, corresponde a usuarias de los talleres que imparte la Municipalidad o por fondos que postulan juntas de vecinos. Mientras que hay otro segmento que va a un estudio de yoga, porque tienen los recursos para tales actividades. Son mujeres profesionales o jubiladas”.
Carolina Paz María
Fono: +56 9 87175353
Dirección: Brasil 280
Instagram: @espazcio_mujeres_mentoras