San Carlos y su Club de Pool ganador


El juego del pool, también conocido como billar americano, es un deporte que se juega en una mesa rectangular con seis bolsillos (uno en cada esquina y uno en el centro de cada lado largo). El objetivo es embocar las bolas numeradas en los bolsillos usando una bola blanca, que se golpea con un taco.

Para conocer más acerca de este deporte en San Carlos, el sancarlino Edgar Poblete, dueño del Pool House Club, habló sobre cómo juegan los sancarlinos, los mitos que existen en relación a esta disciplina y qué se necesita para jugar pool.

Sobre los inicios de su salón de pool, Edgar recordó que “con mi esposa somos jugadores de pool y siempre anhelábamos tener un espacio ideal para practicarlo. Tomé la iniciativa y lo materialicé. Ha habido malos momentos, como el tiempo de pandemia, donde debí salir a trabajar en mi rubro como transportista y también con mi maquinaria para poder solventar este proyecto. Hemos realizado una gran inversión porque terminé comprando el local. Todas las mesas que tengo son profesionales. Las bolas son de origen belga, el paño es americano, las bandas son de Francia, la loza que es de piedra y pizarra son obtenidas en Brasil, Italia o Chile. Tengo cuatro mesas chicas que son de 9 pies y tengo tres grandes que son de 10 pies. Cada una de las grandes puede costar alrededor de $7.000.000. También he trabajado en el diseño y creación de varios salones de pool en Santiago que son muy reconocidos”. 

Consultado sobre los jugadores que llegan a su local, el sancarlino explicó que “un 90% de los jugadores son hombres mayores de 30 años. Antiguamente, cuando estaba el club llegaban a jugar hasta 20 mujeres. A nivel regional estamos catalogados como un espacio con buen ambiente. Vienen jugadores de Chillán, Concepción y hasta Santiago. Cuando estábamos en la  federación, de la cual nos retiramos por diferentes motivos, éramos el club con más mujeres (30) a nivel nacional. En varias ocasiones viene uno de los grandes exponentes de esta disciplina en Chile, llamado Alejandro Carvajal, quien a diario entrena entre tres y cuatro horas”.

En relación a la seguridad, Edgar Poblete aseguró que “con el alza de la delincuencia en San Carlos y para seguridad de mis jugadores instalé cámaras en todos los sectores del local y tras la pandemia atendemos a puertas cerradas. Me mantengo por lo general con la gente que son clientes conocidos. Llegan extranjeros y todo tipo de profesionales como abogados, doctores y jueces que vienen porque es un lugar tranquilo donde no existe la venta de drogas ni nada por el estilo. La hora de juego vale $6.000 y por lo general llegan 50 personas cada día. Quien quiera puede venir, pero siempre manteniendo la compostura y el respeto  desde las 18:00 hasta las 00:00 horas. Otros se quedan hasta más tarde, pero como vivo acá los atiendo”.

Respecto al nivel de los jugadores que pertenecen al club, Edgar Poblete aseveró que “a nivel competitivo están bien los que ahora juegan. Tenemos un grupo por WhatsApp integrado por los clientes habituales. Nos organizamos y en ocasiones jugamos pollitas para irnos superando de a poco. En otros lados, por ejemplo, se clasifican en serie, acá no tenemos serie. Por ejemplo el que es mejor es máster, después viene primera, segunda, tercera, cuarta, quinta y sexta. En San Carlos casi todos somos de cuarta y tercera categoría”.

A nivel nacional, Edgar Poblete relató que “en el local se han disputado cinco selectivos para definir los chilenos que han competido en los Juegos Panamericanos. En dicha cita, los tres primeros lugares obtienen cupos para el evento internacional. Además, se realizó una premiación que es anual para distinguir a los primeros 10 jugadores del ranking nacional. Mi esposa y yo tenemos cada uno un trofeo, porque estuvimos dentro de los 10 mejores en nuestra categoría. De igual manera, mi hijo Benjamín, que actualmente tiene 17 años, cuando tenía ocho años, participó en un selectivo como juvenil. Jugo muy bien y se creía que tendría un gran futuro, pero como era el único en su categoría a nivel nacional y no tenía competencia se desincentivó”.

En respuesta al apoyo local para este deporte, Edgar Poblete expuso que “postulamos a varios fondos municipales y nos apoyaban con el pago de la inscripción, la estadía y alimentación”.

Por último, el deportista sancarlino declaró que “espero que se borre ese mito o estigma de que los salones de pool son antros, sino que más bien son espacios de sano esparcimiento. Todos quienes deseen practicar pool tienen las puertas abiertas del local, siempre que respeten las normas de buena convivencia que destacan a este recinto. Siempre estoy invirtiendo en su mantenimiento y en implementar mejoras. Por ejemplo el baño de damas y varones siempre están limpios, hay cargadores para que los usuarios carguen sus celulares, excelente iluminación, tacos de buena calidad para usar y buena disposición para atender”. 

Pool House Club

Brasil 680 

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