La Región de Ñuble enfrenta un alarmante incremento en la sobrepoblación de sus cárceles, superando el promedio nacional y destacando la urgente necesidad de nuevas infraestructuras penitenciarias.
Cifras Reveladoras de Gendarmería
En los últimos cinco meses, la población penal en la Región de Ñuble aumentó en 222 nuevos reclusos, alcanzando una sobrepoblación promedio del 144,6%. Estas cifras, proporcionadas por la Dirección Regional de Gendarmería de Ñuble, superan la media nacional del 131,8% y corresponden a datos recogidos hasta el 30 de mayo de 2024. En total, se registran 1.132 personas detenidas en los recintos de la región.
Desglose por Recintos
Chillán: Con una capacidad de diseño para 376 personas, alberga a 720 reclusos, resultando en una sobrepoblación del 189%.
San Carlos: Presenta un 183% de sobrepoblación.
Yungay: Registra un 184% de sobrepoblación.
Esta situación reitera la demanda histórica de una nueva cárcel en la región, proyecto del que aún no se tienen avances concretos.
Impacto en la Convivencia y Seguridad
Cristian Montencinos, presidente de la Asociación de Funcionarios Penitenciarios (Anfup) Ñuble, advirtió sobre los efectos colaterales negativos del hacinamiento:
"Nos encontramos con niveles de hacinamiento que traen consigo efectos negativos no solo en las condiciones de habitabilidad para los privados de libertad, sino que en la convivencia en horarios de encierro en dependencias colectivas, donde se producen riñas o agresiones con mayor frecuencia."
Montencinos subrayó que mantener el orden y control en estas condiciones es cada día más complejo. La combinación de hacinamiento, infraestructura precaria, consumo de sustancias psicotrópicas y la entrada de extranjeros con diferentes patrones criminales agrava la situación, incrementando los desafíos para los funcionarios penitenciarios.
Llamado a la Acción
La situación descrita pone en evidencia la urgente necesidad de inversiones en infraestructura penitenciaria y políticas que aborden la problemática del hacinamiento carcelario. La construcción de una nueva cárcel en Ñuble no solo mejoraría las condiciones de vida de los reclusos, sino que también contribuiría a un ambiente más seguro y manejable para los funcionarios.