La mujer se vestía de monja e intentaba emular la vida de claustro
NACIONAL. - El Arzobispado de
Santiago confirmó en la tarde de este miércoles que la mujer que escondió un
cadáver durante un año en una casa de Ñuñoa no es una religiosa de la Iglesia
Católica ni pertenece a Congregación alguna.
"La mujer adulta mayor que
habita su domicilio particular en Nuñoa no es religiosa ni pertenece a un
instituto de vida consagrada de la Iglesia Católica. Su hija sí es religiosa y
vino desde Italia hace poco tiempo para cuidarla", precisó el Arzobispado.
En el comunicado además informó
que "en relación a la mujer fallecida no tenemos registro de que sea
religiosa ni consagrada de esta Arquidiócesis".
Esta semana se encontró en calle
Los Talaveras, en Ñuñoa, un cuerpo con larga data de muerte al interior de una
bolsa de plástica. Hoy, y tras revisar las cámaras de seguridad, la PDI
confirmó que fue una "religiosa" de 80 años quien había dejado el
cadáver en la vía pública.
Según la investigación, ella
cuidaba a otra mujer con quien habían realizado un "pacto hasta después de
la muerte", en el cual deciden "aislarse del mundo" imitando la
vida de las monjas de claustro.
Ambas "hacen esta especie de
pacto, en caso de fallecimiento de una u otra, no dar cuenta a la autoridad y
cuidarse ellas hasta último momento", relató hoy el fiscal Francisco
Lanas.
La fallecida, una mujer de 60
años, tenía una enfermedad que nunca se trató y estaba bajo el cuidado de la
mujer de 80 quien había enviudado hace años y de cuyo matrimonio tuvo tres
hijos.
Hace cerca de tres semanas, una
de las hijas llegó a vivir con la mujer investigada, lo que habría impulsado a
la acusada a deshacerse del cadáver. "Sería la explicación lógica que
tenemos", indicó el persecutor esta mañana.
La octogenaria y su hija quedaron
apercibidas y en calidad de imputadas, sin embargo, se descarta el delito de
homicidio.
Fuente: Cooperativa.cl