Ante las altas temperaturas de esta época veraniega, desde el ministerio del Trabajo se instaló un plan de protección a los trabajadores que deberán seguir las empresas.
El calor llegó para quedarse y,
ante las cada vez más altas temperaturas, desde el Ministerio de Trabajo y
Previsión Social anunciaron una serie de medidas para proteger a los
trabajadores de las máximas extremas. Así, la jefa de la cartera del Trabajo,
Jeannette Jara, informó las acciones que deberán tomar las empresas para cuidar
la salud de su personal.
“Las medidas tienen un foco
especial en aquellos que, por la forma de trabajo de producción, las personas
se ven más expuestas al sol o en lugares cerrados donde la temperatura se vea
elevada. En ese contexto, son especialmente importantes para los trabajadores
agrícolas y de la construcción, entre otras”, detalló la ministra en la
actividad realizada en el Parque Metropolitano.
Por otro lado, este plan de protección
de los trabajadores incluye un programa de fiscalización que se desarrollará
durante los meses de diciembre, enero y febrero, además de protocolos,
capacitaciones y un sitio web de denuncia para que los empleados conozcan sus
derechos y puedan informar en caso del incumplimiento de las medidas.
Las medidas de protección a los
trabajadores ante las altas temperaturas
Las acciones informadas por el
gobierno se implementarán a través de la Dirección del Trabajo (DT) y la
Superintendencia de Seguridad Social (Suceso), esta última entregó 17 prácticas
medidas preventivas para los lugares de trabajo ante las altas temperaturas:
Reducir la temperatura en
espacios cerrados favoreciendo la ventilación natural, usando aire
acondicionado, ventiladores u otro medio igualmente efectivo.
Instalar espacios sombreados para
las horas de descanso, en el caso de no existir estas en forma natural.
Incorporar ayudas mecánicas
cuando existan tareas de alta exigencia física.
Planificar en horarios menos
calurosos las tareas que impliquen una mayor demanda física y evitar
actividades a la intemperie o al aire libre en los horarios de mayor
temperatura.
No realizar trabajos en
aislamiento o en solitario.
Planificar pausas de descanso al
menos cada 45 minutos de trabajo continuo, pudiendo aumentar su frecuencia en
casos donde el esfuerzo físico sea mayor. Estas pausas de descanso deberán
realizarse en lugares sombreados y frescos y que cuenten con disponibilidad de
agua fresca para el consumo.
Modificar los ciclos de trabajo
y/o descanso para incrementar la duración de los períodos de descanso si no es
posible evitar el trabajo de alta exigencia física durante los eventos de Altas
Temperaturas (AT) y Altas Temperaturas Extremas (ATE).
Establecer la rotación del
trabajo cuando se presenten tareas de alta demanda física, por otras de menor
exigencia.
Disponer en todo momento de un
plan de hidratación para los trabajadores, el que deberá contemplar proveer,
mantener y asegurar el abastecimiento de al menos 3 litros de agua fresca por
persona diariamente (temperatura del agua entre 10°C y 16°C) y en cantidad
suficiente, que permita su consumo cada 15 a 20 minutos. Además, las empresas
que cuenten con recipientes de agua deberán mantenerse en condiciones
higiénicas adecuadas y evitar que tengan contacto directo con el suelo. Por
otro lado, los trabajadores que deban desplazarse durante su jornada laboral,
se les deberá disponer de una botella para transportar agua.
Monitorear informes diarios sobre
el clima, poniendo especial atención durante olas de calor.
Informar oportunamente a todas
las y los trabajadores, cada vez que la Dirección Meteorológica de Chile y/o el
Servicio Nacional de Prevención y Respuesta Ante Desastres, emitan alertas por
altas temperaturas y temperaturas extremas en el territorio nacional.
Capacitar a las y los
trabajadores sobre los signos y síntomas de agotamiento por calor y golpe de
calor durante las tareas y las medidas preventivas correspondientes.
Implementar un sistema de
verificación entre compañeros de trabajo, o realizar verificaciones rutinarias
para asegurarse de que las y los trabajadores estén tomando agua, aprovechen la
sombra y no presenten síntomas relacionados con el calor.
Promover entre las y los
trabajadores el consumo en mayor cantidad de frutas y verduras que aporten agua
al organismo (manzana, sandía, etc.) y la disminución de alimentos que tienen
efectos diuréticos, tales como, té, café, entre otros.
Proporcionar ropa de trabajo
adecuada cuando se requiera, la que debe ser holgada, evitando prendas
ajustadas, para permitir una buena movilidad, y ser transpirables, para que
haya una buena regulación térmica del cuerpo. Los tejidos adecuados son
aquellos que contienen un alto porcentaje de fibras naturales en su
composición, tales como el algodón.
Mantener actualizados y vigentes
los exámenes ocupacionales (baterías de exámenes actualmente vigentes) de las y
los trabajadores, poniendo especial énfasis en el personal que desarrolle
labores con alta exigencia física, o aquellos calificados como trabajo pesado,
con el objetivo de pesquisar y detectar de forma prematura a las y los
trabajadores con mayor predisposición a generar algún tipo de enfermedad por
exposición a altas temperaturas.
Garantizar una vigilancia de la
salud de las y los trabajadores, con atención preferente a quienes son
especialmente sensibles (problemas cardiovasculares, respiratorios, renales,
diabetes, obesos, mayores de 55 años, u otros que defina la autoridad
sanitaria).