"Llevo la agricultura en la sangre"
Camina por su terreno revisando los cultivos de frutillas y hortalizas para ver el estado en que se encuentran. Fernanda Cabezas, los observa con minuciosidad y verifica que están en perfectas condiciones. “Me ha ido bien, especialmente con las frutillas —expresa—. Es harto trabajo, son delicadas y tienen un proceso que hay que seguir, pero he ido aprendiendo”.
Fernanda es una joven agricultora de 28 años y comenta que es habitual que estas características llamen la atención. “La gente me pregunta cómo es que por mi edad me dedique a la agricultura (ríe). Mi abuelo empezó con esto, así es que lo llevo en la sangre”, dice.
Por cerca de 10 años ha estado ligada de una u otra forma al rubro, ya que antes trabajaba en una empresa de exportación de frutas. Pero fue hace tres años que optó por dejarla, para establecerse con su propio emprendimiento, debido en gran medida al fallecimiento de su abuelo, quien era el dueño del terreno donde ella produce, ubicado en el sector El Escorial de Pan de Azúcar, comuna de Coquimbo.
- ¿Ha sido una buena experiencia dedicarse a la agricultura?
- La agricultura es lo que me gusta hacer. Tiene sus pros y contras. Es estresante, con harto sacrificio, no hay vacaciones. Pero lo positivo es que uno tiene la facilidad de salir ante cualquier emergencia. Soy mi propia jefa. Y así como uno trabaja mucho, también puede de decir ‘hoy no quiero trabajar’, si se da la opción. Claro, se trabaja de sol a sol, pero tengo mayor libertad y eso es impagable.
Respecto a la venta de frutillas y hortalizas, Fernanda ya tiene una clientela consolidada: verdulerías del sector y feriantes.
En todo este proceso dice que un apoyo clave ha sido el de INDAP, especialmente a través de la asesoría que recibe mediante el Prodesal, programa que el servicio del agro ejecuta en convenio con el municipio de Coquimbo. Además, este 2023 obtuvo un pulverizador de carretilla, que usa para el control de plagas y enfermedades en los cultivos.
“Gracias a INDAP tengo las frutillas, ya que me dieron un crédito y con eso pude hacer la instalación y comprar almácigos”, agrega.
Sumado a ello, también participa en el Programa Transición a la Agricultura Sostenible (TAS), a través del cual INDAP busca implementar prácticas productivas sustentables, promoviendo la conservación de los recursos, la resiliencia frente al cambio climático y la disponibilidad y acceso a alimentos saludables.