NACIONAL. - El organismo presentó evidencia de la DGA y la SMA contra las mineras Escondida, Zaldívar y Albemarle por “irreparable daño ambiental” en el acuífero que alimenta al salar, en un caso que busca reparación y compensación. Estiman que el ecosistema demorará hasta el 2200 en recuperarse.
El Primer Tribunal Ambiental de
Antofagasta está recibiendo esta semana las pruebas que sostienen la demanda
del Consejo de Defensa del Estado (CDE), que acusa a las mineras Escondida
(BHP), Zaldívar (Antofagasta Minerals) y Albemarle de causar un “daño ambiental
irreparable” en el Salar de Atacama.
El equipo del CDE presentó
informes de la Dirección General de Aguas y de la Superintendencia de Medio
Ambiente, “quienes verificaron mediante fiscalizaciones en terreno la
disminución hídrica en la zona como consecuencia de un efecto combinado de las
extracciones realizadas por las tres compañías mineras”, explican desde el CDE.
En los próximos días se seguirán
presentando antecedentes documentales de otros organismos como el SAG y el
Ministerio de Medio Ambiente, además de la declaración de 35 testigos. La
demanda se acumula a una acción legal presentada por la Comunidad Indígena Atacameña
de Peine y la participación del Consejo de Pueblos Atacameños.
Mapa del salar y las bombas de
extracción de agua.
El hecho que se acusa es la
extracción continua e ilegal de agua del acuífero
Montuarqui-Negrillar-Tilopozo, afectando la biodiversidad y la capacidad de
regeneración del ecosistema, además de las vegas altoandinas de Tilopozo y los
ecosistemas acuáticos de las lagunas La Punta y La Brava, que albergan
organismos extremófilos escasos y únicos en el mundo.
También se toma en cuenta el impacto
relevante a los modos de vida y costumbres ancestrales de comunidades indígenas
que habitan el sector. Ya en los últimos años, la SMA había formulado cargos
por afectación a la cuenca contra las cuatro mineras que funcionan allí:
Escondida, Zaldívar, Albemarle y SQM.