Esta semana, la iniciamos con una noticia que para algunos es una sorpresa y para otros se venía venir. Y es que tras una investigación del Miniserio Público por fraude, soborno, falsificación de instrumento público y otros delitos, quedó detenido el Alcalde de San Ignacio y otros 4 funcionarios, más un “empresario”.
No suficiente con eso, en la mitad de la semana, nos enteramos de la detención que hizo la PDI del Alcalde Manuel Pino de Ñiquén, quien hasta ahora es investigado por los mismos delitos pero ocurridos dentro del municipio de la comuna de Ñiquén.
En reflexiones. Anteriores ya dijimos que la probidad administrativa que es el principio fundamental que rige no solo a los órganos del Estado sino a todos sus funcionarios, incluidas las autoridades, entiéndase, los Alcaldes. Este principio está regulado en la leyes que rigen el funcionamiento de la Administración Pública, pero también hay sanciones en el Código Penal pues, son delitos de alta gravedad.
En los casos concretos de las detenciones de alcaldes de esta semana, para que nos quede más o menos claro a todos… La Fiscalía Regional dice que, los alcaldes pretendían contratar bajo la figura de asesores a un señor, que la prensa lo menciona como el “empresario”, para que los asesorara al momento de realizar la licitación o elección del banco que va a administrar las cuentas corrientes del municipio. Para los bancos administrar una cuenta corriente municipal es un gran negocio porque son muchos millones de pesos los que depositan en la cuenta…. Ahora, el famoso asesor que los alcaldes querían contratar, está acusado de soborno, porque, se supone que le habría ofrecido una cuantiosa suma de dinero a los alcaldes, por debajo de la mesa, para que lo contrataran a él y como consecuencia, todos iban a verse beneficiados personalmente…
Lamentablemente, cada cierto tiempo, ocurre un nuevo caso de corrupción y fraude, que nos sirve de ejemplo de lo que No puede seguir pasando en los entes públicos y que nos hace cuestionarnos sobre qué pasa dentro de las instituciones públicas.
Alguna de las preguntan que nos hacemos los vecinos como usted y como yo, es por qué algunas autoridades se afanan en permanecer tanto tiempo en los cargos públicos. Es posible que para algunos la vocación sea una respuesta, sin embargo, otros demuestran día a día que no es la remuneración que ganan sino el poder, las influencias y las redes que generar y que prontamente les permiten llenar sus arcas personales.
Claudia Espina Videla
Administradora Pública