DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER


Hay distinta posiciones o formas de ver la conmemoración del Día Internacional de la mujer. 

Para algunas personas es natural decir “feliz día de a mujer”, para otras es ofensivo. Para otras se conmemora y tiene una connotación de recuerdo ante un hecho triste y negativo.  Algunas personas consideran que es un acontecimiento que solo corresponde a las mujeres y solo ellas puede pronunciarse.

Yo creo que cada posición es respetable y como la mayor parte de las ideas corresponden a la esfera personal de los individuos, por lo cual considero innecesario generalizar.  No comparto los extremos, ni meter a todos o todas en el mismo saco, puesto que las creencias se construyen a partir de las experiencias propias y se basan en elementos familiares y sociales.  Por lo tanto, es casi imposible que exista una sola realidad o una sola verdad. 

Lo cierto es que hay un hecho concreto que pone de manifiesto la instauración de este día como fecha relevante para el mundo, y es el incendio de una fábrica de ropa en Nueva York donde murieron 129 mujeres, luego que declararan la huelga por mejores condiciones laborales. 

Esta tragedia junto a otros hechos también lamentables, además de  manifestaciones y cientos de movimientos de mujeres en todo el mundo, impulsaron a la organización de Naciones Unidas a  establecer el 8 de marzo, como una fecha para recordar la lucha de las mujeres por reivindicar la igualdad géneros y destacar los logros y avances de la sociedad en torno a reconocer la importancia de las mujeres como parte fundamental de ella.

Este año 2023 ONU Mujeres internacional, en su página web, invita a celebrar el Día Internacional de la Mujer, bajo el lema: Por un mundo digital inclusivo: innovación y tecnología para la igualdad de género”.

Rescato ese concepto, el de celebrar, porque no solo se trata de conmemorar la tragedia que dio origen a la fecha sino también a celebrar los innumerables logros de cientos de miles de mujeres que en principio dieron la batalla para tener igualdad de derechos civiles y políticos, y luego por las mujeres que día a día destacan en sus distintas áreas de trabajo y que permanentemente, nos vemos enfrentadas, a demostrar que somos buenas en lo que hacemos y que no por ser mujeres nos han regalado nada, ni somos menos capaces. 

Lamentablemente nuestra sociedad y en especial los pueblos latinoamericanos, aún tenemos grandes brechas que superar para dar los espacios, el reconocimiento y valoración que merecen las mujeres.  Hombres y mujeres no somos iguales, tenemos diferencias biológicas que nos hacen distintos, sin embargo, las diferencias que se persigue aplacar, están dadas por: igual dignidad solo por ser personas; igual reconocimiento a igual mérito; igual salario a igual trabajo; igual exigencia a igual responsabilidad.

Hay situaciones que son aún más complejas y que radican en la violencia de género,  mujeres que son agredidas por el solo hecho de ser mujeres, que son menospreciadas o disminuidas en su dignidad por el solo hecho de ser mujeres.  Por esto y por ellas, la construcción de una nueva sociedad, más consciente y justa es tarea de todos.   No hay que confundir.. No se trata de poner a las mujeres por encima de los hombres.  Se trata de ponernos al lado y avanzar juntos.



Claudia Espina Videla

Administradora Pública


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