En esta época del año, es fácil dejarnos encantar por la dulzura y frescura que nos entregan las distintas frutas de la estación, pero hay unas que logran atraer la atención de la gran mayoría de la población, nos referimos a los Berries o Frutos del Bosque, entre los que destacan los arándanos, frambuesas, frutillas, moras y cranberries ¿qué tienen en común entre ellos?
La verdad es que además de un color característico que varía entre azul,
rojo y púrpura, todos poseen una importante cantidad de antioxidantes, en este
caso de flavonoides que son justamente quienes les atribuyen los colores
mencionados y proporcionan diversos beneficios para la salud previniendo el
daño celular y el desarrollo de otras enfermedades crónicas como el cáncer,
cardiopatías, diabetes e hipertensión.
Existen diversos estudios, que asocian el consumo de berries con la
prevención y terapia de distintas patologías neurodegenerativas, entre ellas el
Alzhaimer, Parkinson y otras disfunciones neuronales. Los antioxidantes propios
de estos frutos son a quienes se le atribuyen la capacidad de retrasar la
neurodegeneración y mejorar la función cognitiva y de memoria, además de una importante
capacidad neuroprotectora.
Los cranberries por su parte, se destacan por sus propiedades
antibacterianas y antisépticas, previniendo infecciones urinarias al inhibir la
adhesión y permanencia de bacterias en la vejiga y uretra, protegiendo la salud
del tracto urinario y evitando las infecciones urinarias recurrentes.
En el caso de personas con diabetes, un consumo adecuado de berries ha
demostrado regular de mejor manera los niveles de hiperglicemia postprandial e
hiperinsulinemia, por lo que es importante considerarlo dentro de su
alimentación diaria.
Los berries en general, se caracterizan también por un alto contenido de
fibra y agua que promueve la saciedad de quien los consume además de regular el
tránsito intestinal, por lo que son un gran aliado si queremos controlar el
peso corporal. Además, son una importante fuente de vitaminas A, C, E y B
jugando un rol clave en el refuerzo del sistema inmunológico.
Todos los efectos beneficiosos mencionados, se pueden conseguir al
incorporar los berries en nuestra alimentación y la buena noticia es que no
debemos esperar al verano para poder consumirlos, ya que independiente de la
forma de consumo, sean frescos, congelados o deshidratados podemos recibir su
efecto protector.
Directora Carrera Nutrición y Dietética, UNAB
Sede Concepción