Los food truck pasaron de ser algo ligado a los eventos y hoy funcionan a diario.
LOCAL.- Esta semana el municipio convocó a los dueños de los carros de comida rápida que se ubicaron en el sector poniente de la alameda, con la finalidad de abordar las temáticas propias de una actividad emergente.
Y son 19 los carros de comida que se han instalado en el sector poniente de la alameda “Arturo Prat” en San Carlos, generando un polo gastronómico que atrajo inicialmente los fines de semana a la juventud, pero que hoy atienden diariamente en el lugar.
Esta semana los dueños y arrendatarios de estos food truck fueron convocados por el municipio y en esta primera reunión, se buscó promover su agrupación y abordar algunos problemas propios de la actividad, aspectos sanitarios, la basura, los residuos y otros que van creciendo junto con la actividad.
Dada la fase en que se encuentra San Carlos y la normativa al respecto, el público solo debe adquirir los productos y no permanecer junto a los carros, por lo que la instalación de mesas aparece como un tema a abordar. La basura que se genera está creando un problema, ya que solo tres días a la semana pasa el camión recolector.
Uno de estos emprendedores dijo a San Carlos On Line que se está buscando alternativas y lo ideal es que el retiro de basuras sea diario, ya que la instalación de un contenedor solo atraería vectores y otros usuarios del sector aumentaría la acumulación de basuras, transformándolo en un foco de problema en vez de una solución.
Respecto del vertido de aceites a un canal cercano, este mismo emprendedor dijo que si en algún momento ocurrió, fue un caso de desconocimiento, ya que diariamente pasaría por el lugar una camioneta que retirar aceites usados.
Cabe indicar que la ubicación no es al azar, sino que este tipo de actividad, al igual que la venta de alcoholes, debe estar a más de 100 metros de un establecimiento educacional o recinto de salud, por lo que buscaron el extremo poniente como lugar de emplazamiento.
Este modelo de negocios va en alza, por lo que urge generar una ordenanza actualizada y acorde con las condiciones que se viven para que no solo se genere la venta de comida rápida, sino que se pueda armonizar con el sector e incorporar esta actividad al diario vivir de las personas del lugar y quienes lo visitan.
Quizá si la mayor necesidad, aún no lograda, es la propia organización de quienes están tras estos carros de comida rápida o food truck.