REGIONAL.- (ladiscusion.cl).- A exactos 48 años de su desaparición, la familia del comerciante chillanejo, Mauricio Poblete Troppa lo sepultó en el Cementerio Municipal de Chillán, ante la presencia de algunos de sus familiares, amigos y miembros de diferentes agrupaciones de familiares de Detenidos Desaparecidos durante la dictadura militar.
Esto, pese a que ya en años
anteriores se había identificado el cadáver como el del joven chillanejo sacado
a la fuerza desde su casa en la noche del 23 de septiembre de 1973, el ministro
Claudio Aldana, quien concentra las causas de Derechos Humanos en ese contexto,
exigió realizar una última prueba aplicando tecnología de última generación en
laboratorios chilenos y austriacos, los que ratificaron que los restos eran de
Mauricio Poblete.
La principal complejidad para
identificarlo fue que su cuerpo fue hallado sin cabeza en el Puente El Ala, ese
mismo año.
Luego de que los restos fueran
entregados a la familia, por parte del Servicio Médico Legal de Chillán, a eso
de las 15.20 horas de ayer, su pequeño féretro fue conducido hasta la loza de
la familia en el campo santo chillanejo, donde fue recibido entre aplausos y
cánticos por los presentes.
Su hermano, Marcelo, tomó la
palabra y dijo: “creíamos que después de tantas lágrimas, ya no quedaban
lágrimas. Pero nos dimos cuenta hoy que no, que hay lágrimas para rato todavía,
pero también hay una alegría, también una rabia. Porque nosotros hace rato
sabíamos que era él por las cosas que se encontraron, como sus zapatos, la
hebilla de su cinturón, sus calcetines.. y aquí (en el féretro) está todo, nos
acompaña. Ese día mi abuelita lo encontró y mi esperanza de verlo vivo de nuevo
se apagó, se vino abajo, pero algún día nos veremos…si Dios quiere”.
Respecto a la rabia que mencionó,
la fundamenta en que “cómo se fueron al chancho, se sabe quién comandaba la
patrulla, pero más detalles no se saben y soy incrédulo en que se vaya a saber
toda la verdad, pero por lo menos el tipo (el general r de Carabineros,
Patricio Jeldres) está preso y se les está juzgando ahora por este crimen, por
asesinato”.
Fue en 1985, tras la primera
confirmación de identidad, que a Juan Mauricio se le hizo su misa y luego fue
velado dos noches en su casa, bajo una lluvia torrencial.
En 1995 se le volvió hacer una prueba de ADN, luego se encontró parte de un casco craneal del que se pensó que era de la víctima, lo que le dio una alegría a la familia, para quien el sufrimiento se multiplicaba por haber sido asesinado y decapitado. “Nos había llegado el alma al cuerpo porque Juanito tenía cabeza, pero la ciencia nos dijo que no era de Juanito y vuelve la tortura de nuevo. El solo pensar en lo que hicieron estas personas… y digo personas, porque también lo son, me pregunto en qué estarían pensando. Pero ya lo tenemos, estás con tu mamita, con tus hermanos y estás en la presencia del Señor, esa es mi fe”, dijo Marcelo.
Esperanza para otros
Rosario Peña, dirigenta de la
Agrupación de Detenidos Desaparecidos, presente en el sepelio, destacó que este
tipo de acciones de la justicia le daban esperanza a todas las familias de
Ñuble y de Chile, quienes aún siguen sin saber dónde están sus familiares.
“Yo como esposa de un detenido
desaparecido, Leopoldo López Rivas, también he pasado por este dolor que aún me
sigue en las noches, en mi hogar, en mi cama, me cuesta dormir porque siempre
me persigue el dolor de saber lo que le pasó a mi compañero de la vida y a
tantas otras personas. Me alegro por la familia de Juanito, porque al menos
ellos tienen la alegría de tener un lugar en donde venir a dejar una flor”,
reflexionó.
El general (r) Jeldres también fue procesado y condenado por el homicidio del exalcalde de Chillán, Ricardo Lagos y su familia a la pena de tres años de cárcel, en el año 2008, y se investiga su participación en otros casos de secuestro calificado, carpetas todas que lleva el ministro penquista.