AGRO.- (Indap).- “La pandemia nos hizo una zancadilla, pero no redujo nuestro entusiasmo de seguir trabajando”, dice Ana Ramírez, presidenta de la Cooperativa de Agricultura Limpia Pachamama, de Quillota. Sus dichos representan el sentimiento de los 16 productores que integran la agrupación, creada oficialmente hace un año pero que desarrolla desde 2018 su trabajo asociativo, cuando iniciaron la venta de sus hortalizas al Programa de Alimentación Escolar de la Junaeb.
De ahí en adelante, el compromiso, la responsabilidad y la fuerza de voluntad de cada uno de sus miembros, más el apoyo de INDAP, los ha llevado a ser una de las empresas asociativas campesinas más destacadas de la Región de Valparaíso, tanto en el ámbito de la comercialización como en la adjudicación de proyectos para mejorar sus procesos productivos.
“Como dicen por ahí, la unión hace la fuerza; eso es lo que nos pasó a nosotros. Hemos conseguido proyectos como cooperativa que si los hubiéramos gestionado en forma individual habría sido muy difíciles de lograr. En conjunto compramos semillas, abonos, nutrientes para la tierra. Todos somos proactivos y aportamos ideas”, asegura Ana Ramírez.
En el ámbito comercial, desarrollan tres canales de venta y distribución. Uno de ellos es la entrega de hortalizas a colegios y jardines infantiles de la Junaeb a través de la concesionaria Salud y Vida S.A.; otra se implementó el año pasado y es el abastecimiento al Hospital Geriátrico La Paz de la Tarde, de Limache, y un tercer camino de venta se encuentra en conversaciones con un centro de abastecimiento de productos hortofrutícolas en el sector oriente de Santiago.
Según Giuseppe Molinari, gestor comercial de la cooperativa contratado por el área Quillota de INDAP, “la situación es compleja por la crisis sanitaria, pero aun así hemos seguido vendiendo parte de la producción. Se compra menos, porque las escuelas están en cuarentena. Antes vendíamos un promedio de 100 mil kilos ala mes y ahora estamos en 20 mil kilos. Las compras dependen de qué comunas estén en cuarentena. Por otro lado, estamos abasteciendo al hospital geriátrico de Limache dos veces a la semana con más de 60 productos, cerca de 3.500 kilos mensuales”, cuenta.
Junto con estas ventas fijas, tienen otras variables a través del sistema Compra Ágil de Mercado Público, en su predio y otras como el mercado El Cardonal de Valparaíso, el Mercado El Belloto, el Terminal Agrícola de Hijuelas, la Feria Mayorista de La Calera (Femacal) y el Mercado Mayorista Lo Valledor de Santiago.
Abraham Galarce (24), del sector San Pedro, es el agricultor más joven de la cooperativa y además tiene el cargo de secretario: “integro el grupo hace tres años y hemos logrado acortar las cadenas de comercialización. Eso nos ha permitido crecer económicamente y postular a proyectos. Es mejor trabajar de esta forma. Más adelante queremos tener verduras envasadas al vacío, una de nuestras metas, y estamos trabajando para tener resolución sanitaria”.
“Uno de los desafíos del grupo es contar con resolución sanitaria para ingresar a mercados más exigentes y para eso ya tenemos proyectos de alcantarillado en ejecución. Luego hay que validar las salas de proceso. De aquí a fin de año debiera estar todo listo. Estamos en conversaciones con Sodexo y, supermercados, pero primero hay que superar las brechas de inocuidad”, dice Molinari.