Mónica Venegas Rojas: alfarera de Quinchamalí
A escasos 30 minutos del centro de Chillán, al costado izquierdo de la ruta que une Chillán con Confluencia, se encuentra la casa de la señora Mónica Venegas Rojas (55), alfarera de Quinchamalí y quien durante el 2014 fue declarada “Tesoro Humano Vivo” por el Ministerio de las Culturas las Artes y el Patrimonio y que, además, el 2017 consiguió el“Sello de Excelencia a la Artesanía en Chile”.
La señora Mónica, a diferencia de la mayoría de las alfareras de Quinchamalí, no nació en la comuna de Chillán, ella provenía desde Santiago y recién a los 19 años, cuando llegó a esta zona, tras contraer matrimonio con su esposo, dio sus primeros pasos moldeando la greda. Entonces: “me pasó algo increíble, fue como si mis manos estuviesen predestinadas para desarrollar este trabajo. Si hasta yo me sorprendí de lo rápido que fui aprendiendo”, expresó.
Precisamente, la señora Mónica, junto a otras dos alfareras de Quinchamalí, usuarias de INDAP-Ñuble, pasarán a conformar un SAT de “Turismo Rural y Actividades Conexas”,cuyo principal objetivo será articularlas con el mercado a través del turismo rural, de tal manera que puedan transmitir sus conocimientos por intermedio de un relato configurado para distintos tipos de turistas, logrando con ello mejorar la infraestructura de su talleres y también su equipamiento: “A través de este programa, nosotros pretendemos que las alfareras de Quinchamali puedan brindar a los turistas la experiencia de crear objetos, tanto utilitarios como ornamentales, en sus casas-talleres y aumentar con ello sus ingresos con la venta de sus artefactos a nivel predial”, indicó Valeria Mellado, encargada del Programa Turismo Rural de la Dirección Regional.